domingo, 18 de noviembre de 2018

Tirando atrás, haciendo recuento de las veces que he estado de sobra.

He estado pensando.

Sí, pensando sobre mi comportamiento. Porqué me da tanto miedo sentir. Cuando me gusta alguien, como ahora es el caso de Ander, me acabo echando tanta mierda encima que yo sola termino cavando mi tumba. Me aterra que se vayan. La gente en general, no hablo de tíos. Me da miedo ofrecer mi amistad para nada. Para que me la jueguen. Para que me abandonen. Me da pánico el día en el que me doy cuenta que ya no están, que de nuevo estoy sola. Y manda huevos, qué poco sentido tiene todo esto, si ya estoy sola. Pero probar esa sensación de calidez para acto seguido volver a ese frío que te hiela el alma me paraliza. Y termino autosaboteándome. Me alejo yo antes de que los demás lo hagan. Porque siempre lo hacen. De veras que he intentado ser normal. Ser amable y todo eso. Y aun así, se van. 

Soy incapaz de mantener relaciones de cualquier tipo a largo plazo. No sé en qué fallo. 

Unos 12- 13 años, estaba en la ESO. Mi mejor amiga, o mejor dicho, mi ÚNICA amiga, se llamaba Isla. Vivo en un sitio apartado, casitas aquí y allá, y ella vivía como a 4 minutos en coche. Recuerdo que iba mucho a su casa. Ella solía venir conmigo y mis padres de vacaciones. Mi madre le ayudaba con los deberes, porque los estudios los llevaba fatal. Yo solía ir con ella y su familia a la playa o a fiestas de pueblos donde ella tenía parientes. La consideraba como mi hermana. Podría decirse que era la única niña con la que hablaba y tenía una relación en condiciones. Después había más niñas en clase, pero nadie como ella. Ella repitió curso. Yo seguí adelante. Perdimos el contacto. Salía con otras personas, hizo nuevas amigas. Y yo me quedé sola. Esa fue la primera vez que sentí ese nudo TAN grande en mi estómago. El dolor del vacío. De la ausencia. La primera de muchos que vendrían después.

14 años. Seguía en la ESO, misma escuela. Comencé a salir con las niñas de mi clase. No era lo mismo, pero seguí adelante. Típicos planes de niños, de aquel tiempo: ir a la plaza a comer pipas y ponernos hasta el culo de mierdas. Mierdas me refiero a golosinas. No era como hoy en día, de mierdas de otro tipo. Recuerdo que me aburría con ellas. Me sentía la rara del grupito. No encajaba. Mi primer recuerdo de estar fuera de lugar como tal. Aunque nunca, desde más pequeña, encajé con los demás niños en la escuela, en este grupo era más acentuado. El resto de la gente no me importaba, pero se suponía que éstas eran mis amigas. Nos reíamos mucho, es verdad. Eran buena gente, también es verdad. Pero llegó el día. El ultimatum: "Si vas a seguir vistiendo así, no vuelvas a venir con nosotras". Y es que a mí me gustaba otra música, otro estilo de ropa, otro rollo. Con ellas no encajaba. No eran mis gustos. Pero, ¿qué más daba? Pues ese día fue el último que salí con ellas. No consideré viable cambiar mis gustos por una falsa amistad. Las amigas se suponía que no debían hacer eso. Así que dejé de salir con ellas. Seguí vistiendo mi rollo, seguí escuchando mi música. 

Y de nuevo sola. Nuevo curso. 15 años. En clase repetía una chica mayor que yo, hermana de una de las del grupo anterior. Comencé a salir con ella. Y cambié de pueblo para salir. Conocí gente que no tenía nada que ver con el colegio. Empecé a ir a bares, a discotecas. Vino el alcohol, mis primeras borracheras, mi primer novio. No me aburría. Sí. Me gustaba salir con ella. Se convirtió en mi mejor amiga. Desde Isla no tenía una tan definida, pero ella lo era. Inma me hizo sentir que de nuevo encajaba en la vida de alguien. Y fue en esa época cuando conocí a Jeny. A Jeny y a otras que significaron mucho y que ya no están. 

17 años. Bachiller. Inma siguió su camino con otros estudios, pero seguíamos saliendo los fines de semana. Pertenecía a una cuadrilla. Hasta que una vez me dejó de hablar. Nunca supe el motivo. Aun a día de hoy no lo sé. Así sin más, de un día para otro, no quiso saber nada más de mí. Dejó de salir con nuestro grupo. Y de todas las personas que nos juntábamos los sábados para ir a beber y de bares (no eramos amigos de verdad, a día de hoy puedo decir que éramos conocidos que quedan para pasarlo bien) quedamos 4 personas. 4 que éramos las de siempre, la cuadrilla como tal, y después nos acoplábamos con más gente que iba y venía. Una de ellas era Jeny. Otra Saray. Y otra Marta.

Pero seguía en bachiller, y ninguna de ellas estaba conmigo en el instituto. Mis habilidades sociales siempre han sido una mierda y de nuevo, no encajaba con los de mi clase. Excepto con otra chica. Soraya se llamaba. Era otra apestada como yo, que se burlaban de ella, así que nos hicimos amigas. A veces salía conmigo los fines de semana aunque a las otras no les gustaba mucho. Yo le tenía gran aprecio, de verdad. Había otras chicas en clase que aparte también eran amigas de Jenny y Saray, eramos del pueblo, que en el viaje de estudios me dijeron: "O vienes con nosotras o con Soraya, porque a ella no la queremos". Me quedé con Soraya. No volvía saber de las otras. Me pareció mal darle la espalda, además, que yo apreciaba más su amistad que la de esas otras. Pasaron los dos años de bachiller, cada una seguimos nuestros estudios, en la misma universidad, pero diferente carrera. Intenté mantener contacto con ella, pero dejó de hablarme. Desapareció. Me dio largas. Poco a poco se esfumó de mi vida. Nunca supe porqué. No pasó nada entre nosotras. No nos enfadamos. Nada. ¿Por qué? A día de hoy sigo preguntándomelo.  

18 años. Universidad. De nuevo, no encajaba con la gente de clase. Se repetía el patrón. Hacían sus grupitos, intentaba encajar en alguno, pero estaba fuera de lugar en todos. Y se me arrimó una chica. La Juani. La quise con toda mi alma. Me reía con ella. Me lo pasaba en grande. Todas las horas de la uni estábamos juntas. Hacíamos pira para ir a la cafetería y pasábamos horas jugando a cartas. Mi primer porro fue con ella, antes de ir a clase de un profe que estaba buenísimo, y quería verlo con otros ojos. Eso como anécdota os cuento, que me salió mal, porque resulta que cambió la hora con otra profesora y nos tocó una chapa de asignatura en la que casi me quedo dormida. Los años de la uni con ella fueron geniales. Pero cada vez que le decía de quedar fuera de la uni, alguna tarde o algún fin de semana, siempre me daba largas. Se acabó la uni, intenté contactar con ella, mantener el contacto, pero nunca más supe de ella. No sé porqué. No nos enfadamos ni nada, la consideraba AMIGA. De las de verdad. La Juani fue una de las personas que más daño me ha hecho en mi vida. Tanto como el separarme de Isla. Me costó sobreponerme. No entendía y a día de hoy tampoco lo entiendo. Lloré su ausencia como no lo hice con nadie más. Una vez tuve la ocasión de preguntarle porqué en la universidad vino a donde mí, me habló, se hizo amiga mía. Su respuesta fue que como me veía siempre tan callada y tan sola, que se propuso el reto de ganarse mi confianza. Así que supongo que fui su experimento en esos 3 años.

Entre tanto seguía quedando con Jenny, Saray y Marta. Aunque ya no tan habitualmente. Cosa de chicos, cada una con sus novios, y yo conocí al mío.... en aquel momento era practicamente la única persona con la que salía. Él y Jenny. Se supone que Jenny se convirtió en mi amiga más cercana, que a día de hoy se puede decir que lo sigue siendo. Más o menos. Los novios  fueron y vinieron, hasta hoy. Siempre el equivocado. O que no estoy hecha para estar con nadie. Pero en este post no quiero hablar de tíos. Sólo de abandonos de amistades. 

Pasaba temporadas largas sola en casa. Los findes sin salir. Comencé a trabajar. Mi vida desde entonces se ha convertido en trabajo y casa. Pocas veces salgo. Se puede decir que después de la universidad mi vída se quedó completamente vacía. He pasado mis mejores años sola. Y los sigo pasando. 

Con Marta hubo malos rollos, parece ser, entre Jenny y ella. No sé, era una época en la que no salía mucho, ellas se conocian de otro instituto, sus vidas, sus rollos. Se supone que para el día de hoy, quedamos 4 amigas. Jenny, Saray, Luna y yo. Fue ahí cuando Luna entró en mi vida. Amiga del colegio de Jenny y Saray, a veces venía con nosotras, hasta que más o menos comenzamos a hacer planes de finde juntas,  irnos fuera, viajes, borracheras... hasta el día de hoy. 

Siempre he trabajado como sustituta, así que prácticamente trabajo fines de semana, festivos, épocas vacacionales... Me perdí muchos viajes con ellas. En verano jamás pude apuntarme a sus planes. Los fines de semana siempre hacían cosas cuando a mí me tocaba trabajar. El resto o trabaja o salen con sus novios, o otras amigas. Saray ha desaparecido a día de hoy. Nunca encajamos mucho, somos totalmente diferentes como persona, nos toleramos mutuamente puede decirse. De fiesta guay, pero nada más. Y confidencias de borrachera. Pues eso, las 3 tienen novio a día de hoy. Novios con los que llevan años. Los años que yo llevo sola. 

Jeny conoció un novio de fuera, a 3 horas en coche de donde vivimos. Se iba a ir a vivir con él. A mí casi me da algo. Era mi mejor amiga. Con la única con la que salía de vez en cuando. Cuando me dijo que había decidido irse a vivir al pueblo de su novio se me vino el mundo encima. Otra vez desaparecía alguien en quien ponía mi corazón. Al final no les salió bien, aun sigue viviendo aquí, pero los días que libra en el trabajo va a verle, como es lógico, así que tampoco la veo mucho. Nos hemos distanciado bastante. De vez en cuando quedamos y eso, pero no es lo mismo. Con Luna me llevo genial, pero nunca ha sido de llamarme y quedar sola conmigo, siempre en el contesxto de quedar con Jeny. Hasta este Halloween. Me sorprendió. ¿Sabéis? Jeny trabajaba esa noche, Saray desaparecida, y quedábamos ella y yo. Supuse que no saldría, que haría sus planes con sus otras amigas como hace siempre. En la vida me ha llamado para quedar conmigo a solas. Y esa tarde me llamó, me dijo que una de su trabajo le dijo de ir a su casa a tomar unas cervezas pero como habíamos dicho nosotras de salir, que aunque Jeny no pudiera, primero iba yo antes que la otra chica de su trabajo. La primera vez en todos estos años que me ponen de primera. Pero ya  sé porqué es. En verano pasó lo siguiente: 

En agosto si conseguía cambiar dos turnos, tendría 5 días seguidos libres. Jeny justo esa semana en agosto tenía vacaciones. Saray es profe y tenía libre. Y Luna puede coger días cuando quiera en el trabajo. Me insistieron en que intentara cambiar esos días, que esas fechas iríamos de vacaciones de verano, mi primera vez. Estaba super ilusionada. Mis primeras vacaciones de verano. Conseguí cambiar los días e inmediatamente puse la noticia en el grupo. Habíamos quedado en que ellas irían mirando sitios, que yo hasta última hora no podía decir fijo si podría, y en caso de que sí, que me apuntaba para coger billete de avión. Pues puse que estaba libre, y me dijeron que ya lo tenían todo, pero dos días antes de que yo pudiera y que volvían también dos días antes. Me habían dejado fuera. ¿Por qué? ¿Qué más les daba coger las vacaciones en los días que probablemente yo podía librar? Me dijeron que fue un mal entendido. Yo he entendido que también en la vida de ellas sobro, porque mil veces me preguntaron qué fechas podría ir yo. Puse esos días mil veces. No pueden decirme que se habían equivocado, es imposible. Por eso supongo que sería la frase de "tú primero..." este Halloween. La culpa. Porque fue muy descarado todo. Y eso sí que no lo olvido. He salido con ellas en alguna ocasión después de eso. Las pocas veces que sale un plan. Pero el daño está hecho. 

Que estoy sola, vaya. Que no tengo amigas. Parece ser que son conocidas con las que de vez en cuando, cuando tienen un poco de tiempo que ofrecer, poder salir. Y ya. Lo acepto. Nunca he sido significativa para nadie. Para mí ha habido personas que he considerado como hermanas, las que querido como a nadie. Pero no ha sido mutuo. Yo no hubiera renunciado a ellas. 

Mis 4 gordos, los que nunca me van a abandonar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

I´m Sorry

Desde aquí quiero decirte que lo siento. Me respondo tus preguntas. A mí misma, ya que a tí no pude respondértelas. No sé qué me pasa, pe...