viernes, 18 de octubre de 2019

Sigo en el mismo pozo. Sin salir.

Al chico este de la aplicación le pregunté al final qué cojones pasaba. Dijo que nada. Hablamos un par de días más y se desvaneció todo. Sin pena ni gloria. Es como que cuando consigo una respuesta, de mentira en este caso,  después me importara todo una mierda. Es como el abandono asumido. Lo que no llevo bien es la ausencia de respuesta. Por lo demás, estoy más que acostumbrada.

Sigo trabajando y estudiando a la vez. No tengo mucho tiempo para grandes cosas, pero tampoco tengo amigos con los que salir así que muchas veces, en mis días libres del trabajo cuando tengo que ir a clase voy hasta contenta, por salir un poco. El café del recreo podría decirse que es mi momento de hablar con gente. Así de penoso.

Ultimamente estoy cansada. Pero no físicamente, que también. Sino animicamente. Cansada de vivir. Así, sin más. No tengo ganas de llorar ni nada. Simplemente ganas de dejar de ser. 

No tengo huevos de cambiar de vida. De cambiarme a mí misma. De no ser tan repelente. De no espantar a la gente. Me siento atrapada. No entiendo qué hago mal para poder cambiarlo. Lo pregunto y me dicen que nada pero el resultado es que siempre termino sola. Así que algo no me cuadra.

Y la realidad es que no se lo que quiero.


Esta semana ya va dos veces que la tutora me dice que si estoy bien, que tengo mala cara y que estoy chupada. El otro día toda feliz voy a la báscula, digo, si me lo ha dicho dos veces será que he adelgazado aunque yo me noto más tripa. Total, que no me equivocaba. No he adelgazado una mierda. Al menos podría haber tenido esa efímera alegría. Sigo siendo una puta gorda de mierda, repelente y aburrida. Cada día me voy dando más asco.

¿Y sabéis? Esas dos palabras de ella, que siempre nos estamos echando pullas, por mi parte por la mierda de clases que dan y por la suya por lo borde que soy que se que no le caigo muy allá, fueron como un bálsamo. Nadie me ha preguntado en tiempo cómo estoy, en ese tono, como si de verdad le importara. No como cuando te juntas con alguien y te pregunta qué tal te va, sino de verdad, de cómo te sientes. 

viernes, 6 de septiembre de 2019

Patrones que se repiten

¿Os acordáis que hace un par de semanas quedé con un tipo de una app de buscar follamigos? Sí, con Mikel. Resulta que antes de quedar me hablaba todos los días por whatsapp. Que si audio por aquí, parrafadas por allá... Después de que quedáramos, que en principio se supone que dijo que se lo pasó bien, lo cual sería por cortesía. Porque cada vez me empezó a hablar menos, cuando yo le escribía las respuestas eran cada vez más escasas... según él, porque estuvo con gastroenteritis y no tenía ganas de nada. Y así más de una semana.... y hasta el día de hoy que si yo no le escribo él no da señales de vida.



Me empezó a hablar otro chico. Lo acepté porque ponía que era de Madrid. Distancia. O sea, cero problemas. Y resulta que es de aquí pero lleva viviendon en Madrid 10 años. Se llama Ivan. Viaja mucho por trabajo y venía aquí para una semana. Me dijo de quedar. Pasé del tema. Y el último fin de semana que le quedaba de estar por aquí bajé a la ciudad a hacer unas compras, con las dudas de si decirle de quedar o no. ¿Sabéis esa sensación de que quieres hacer algo pero en parte no? Un sí pero no. Un cuidado. Un no te metas en eso porque vas a salir escaldada. Y bajé a la ciudad. Con dudas. Hice las compras y fui al bar de siempre a tomar un café y a leer un poco. Y decidí escribir a Mikel por si se animaba a tomar un café, hacía días que no sabía de él. Me dijo que estaba fuera, pero a la vuelta que quedábamos (no he vuelto a saber de él). Así que me animé y le dije a Ivan que si aun no había marchado a Madrid y le apetecía, que le invitaba a un café. Y vino. Tardó hora y media y se plantó en la ciudad sin pensarselo dos veces.

Debo decir que Ivan en fotos no me hacía mucha gracia. Tenía una foto con pelo largo que tenía su punto pero en las demás no salía bien. O bueno, salía como es, no de mi tipo. Pero de perdidos al río, total para un café... lo poco que habíamos hablado parecía un tipo majo. 

Y cuando llegó y fui hacia donde estaba, vi un pivón. Alto, pelo largo en coleta, ojazos azules y una sonrisa que derretía. Las fotos no le hacían justicia. Me atrajo desde el primer momento. Una cerveza llevó a otra, tomamos tres, me dijo de ir a cenar... Estuve muy agusto con él, un tipo simpático. 

Nos despedimos. En cuanto llegué al coche ya tenía un mensaje de él, y lo escribo textualmente :" "Eskerrik asko (gracias) por la tarde-noche, espero que no te hayas arrepentido de haber quedado, te debo unas palomitas, en esa estaré menos cortado..."

Nos reímos mucho. A mí casi se me desintegraron las bragas. Bufff. Como con Ander, me atrajo de una manera exagerada. Si lo volviera a ver sería una persona por la que facilmente perdería la cabeza.

Y desde entonces, ya apenas me habla. Me habló hace dos días, justo a punto de salirme para el trabajo. Le dije que en un rato hablábamos y de mientras le pregunté algo. Dijo que me esperaba. Pero no me respondió ni ha vuelto a escribirme.

Siempre repito el mismo patrón: Me hablan mucho hasta que me ven. Teóricamente se lo pasan bien. Después desaparecen.  Y éste es uno de los motivos por los que no me gusta acercarme demasiado a la gente. Porque pienso que por fin voy a tener un amigo y después se esfuman. Lo mismo con las chicas. Con una del gym que parece que le caigo bien pero después fuera de temas de gym no hemos quedado nunca. Y yo he hecho el intento de proponerle cosas. Y siempre es que no. 

¿Qué hago mal?

domingo, 4 de agosto de 2019

Cambiando mi día a día, tengo trabajo!!

Ha pasado tiempo, lo sé. Últimamente me he estado acordando mucho de este rinconcito donde escupir toda la mierda. Desde el último post me encuentro ya en otra situación. Para  terminar con lo anterior, tengo que decir que con la profesora que me dijo que si no hacia el lerdo delante de todos me suspendia, y yo accedí a eso, después reculó y me dejó a mi de tonta. Resumiendo, yo ya había asumido hacer el examen de esa asignatura en este año que entra, porque solo sería hacer el examen, sin asistir a clase. Y un día por casualidad hablando de faltar a una clase con una profesora salió que no me importaba perder esas clases porque no iba a hacer el examen. Parece ser que ella se lo dijo a la tutora, la cual no sabía nada y me preguntó qué es lo que había pasado. Se lo expliqué (de hecho, cuando me lo dijo, había otra alumna que también había entrado al a coversación) y eso también se lo dije. Y la mujer flipó. Me dijo que sería un malentendido, que esa profesora es una buenaza (y no lo niego, es una mujer muy amable) y que hablara con ella. Le dije que no, que no pensaba hacer el lerdo, que ya lo hice una vez, que quería que repitiera y me negaba. Que asumía la consecuencia de no hacer el examen.  Y parece ser que ella habló con la profesora. Días más tarde me volvió a preguntar a ver si había hablado ya con esa profesora y le dije que no. Me dijo que le había preguntado qué había pasado y que ella no había dicho nada así. Que no iba a hacer un trabajo de salir al medio y que no me había dicho eso de que si no salía me suspendía. (Joder, en serio, cuando otra alumna estuvo delante y SI LO DIJO). Me dijo la tutora: "Me ha dicho la profesora que estás tonta, que ella no ha dicho nada de eso". Lo dejé ahí. Pasé de discutir. Pero me dejó de mentirosa y de paranoica, cuando las cosas no fueron así. Pero bueno, por la paz un Ave María.

Pasaron los exámenes, los aprobé todos, y llegó el verano. Empecé a echar currículums y actualmente estoy trabajando en una centralita de atención telefónica sobre temas sanitarios. Es un mundo. Un curro de mucha responsabilidad donde te controlan bastante. Pero mira, que si lo hago mal que me echen. Me gusta. Pero he de deciros que he perdido la fe en la humanidad. La gente llama para cualquier tipo de gilipollez, en serio. El ser humano es inútil total. Hasta ahora no me había dado cuenta que por la calle el 70% o más de las personas, no tienen cerebro.

Y de vida personal escaseo como siempre. 

Hace unos días escribí a Ander para ver qué tal estaba. Por hablar. Por saber de él. Y la conversación fue la misma que siempre, degeneramos en guarradas sexuales, que es la única conversación que tiene el tío este. Que está muy bueno, y me pone a mil, pero no tiene nada más allá de eso.

Y por otra parte.... hace un par de días quedé con un tipo que conocí por una aplicación de esas de buscar follamigos, pareja o mierdas de esas. No, no me lo instalé para ello. Lo hicimos en clase entre 3 chicas, que nos aburriamos en clase y creamos un perfil para hacer el tonto. Lo hicimos con mi movil, y hace un par de semanas fui a eliminarlo, así que entré. Pero vi que me habían hablado, y respondí. Empecé a hablar con gente pero nadie me llamó la atención, hasta que me habló un tipo que tenía mi mismo hobbi, le gusta la lectura, se podía tener una conversación entretenida sin caer en las mismas frases sexuales que con Ander... Y me dijo de quedar. Le dije que no, pasaba de lios raros. Pero el viernes después del trabajo bajé a la ciudad a hacer unos recados, y le dije que le invitaba a un trago. Lo pensé en plan,  si baja y quiero escaquearme porque no estoy agusto, no me salen las palabras y me ve como si fuera gilipollas y con razón... pues pongo la excusa de que estoy cansada y tengo que sacar los perros y que encantada de este trago rápido, y hasta luego Lucas. Eso me daba cierta tranquilidad, de poder irme en plan tierra trágame.

Pero resultó ser un tío super abierto, muy gracioso, realmente me lo pasé bien. No nos liamos ni nada, vamos, que yo no pensaba en eso cuando le dije de quedar ni nada, paso de engancharme de otro como con Ander. Quiero estar en paz. Pero con este seguro que vuelvo a quedar, me dijo que se lo pasó bien y a ver si otro día quedamos, pero en plan emborracharnos (eso lo dije yo, que si no bebo no soy de mucho hablar) cosa que con él al final sí. No sé, tiene algo que hace que estés agusto, como si lo conocieras de toda la vida. Y le pareció gracioso el plan, quedar en el mismo bar a echar la tarde copa tras copa. Y la cosa es que de verdad me apetece. Ver venir. 

sábado, 6 de abril de 2019

Y digo: NO.

Ya vuelvo a las andadas de la dejadez.

Soy imposible. No consigo ser constante en nada. En fin.

Pues la cena aquella del sábado en casa de mi amiga aun me revuelve las tripas, ese olor a langostino frito se me metió hasta dentro, joder. Desde entonces, no he vuelto a saber de ellas. No de verlas en persona, ni siquiera un mensaje ni nada.

Sigo teniendo la misma miserable vida desde el último post. Quizá no sea constante por eso, porque en realidad no tengo nada que contar.

Solo que lo jodo todo. 

Tengo ganas de que llegue verano y que me salga algún trabajillo para despejar mi mente. 

Estoy hasta los huevos de esas clases de mierda.

Estoy hasta los huevos de mi día a día, en general. La rutina.

Estoy hasta los huevos de todo. Ni siquiera tengo nada en concreto que me joda. Soy así de generalista. Me jode todo y nada a la vez. Estar por estar.

En el instituto las cosas me van cada vez peor. Cada vez me siento peor estando ahí, más fuera de lugar. ¿No os pasa que cuando os salís de lo que la gente quiere después no podéis volver? ¿Que decís NO una vez a algo, y que el resto de las veces en la misma situación no puedes cambiar de respuesta? Porque a mi me pasa, y me he estancado en una situación de la que no se salir. Me pasa siempre. Y siempre me acabo alejando del problema, poner distancia, y olvidarme.

Por una parte quiero sacarme este curso de mierda. Terminar. Me chirrían las cosas a medias. Pero por otra parte, me he revelado. Me tienen hasta la polla. Y ahora no puedo dejar de dar por culo. Me planto. He dicho NO. Y sé que tengo las de perder, que cada día me gano cada comentario de las profesoras o de la tutora. Las miraditas de mal rollo. Que me la pela pero veo que acabaré distanciándome. Y supongo que todo dependerá de si en verano me sale algún trabajo con el que pueda seguir después o me de posibilidades a que me llamen más adelante. Porque si no me sale nada, volveré sólo por estar en algún sitio. Estar por estar. Dando por culo donde estoy claramente de sobra.

Me siento mal de estar cada día ahí. Que me obliguen a hacer cosas que no quiero, poniéndome entre la espada y la pared:
"O sales a la pizarra a hacer el trabajo o no puedo aprobarte". "Vale, suspendeme".

Joder, todo es hacer el mongolo delante de todos. De verdad. Son ejercicios sin ningún valor educativo, solo para tocar las pelotas. Lo hago todo, para el día, soy puntual. Lo que hago lo hago bien. Y aun así, la guinda del pastel. Lo quieren todo, me niego a una cosa y ya amenazan con suspenderme. Pues mira, he dicho NO. Me planto. Hasta aquí. Que se metan la asignatura por el orto. No pienso pasar por el aro. Ya no por no salir a hacer el tonto, otra vez. Sino porque se están pasando de gilipolleces. Y ya no me da la gana. Cierto es que las otras dos profesoras me respetan bastante cuando digo no, y ya me dejan en paz. Pero la insistencia de la otra me toca la moral ya. Y mira que me caía bien. Pero que se meta el dedo del medio por el culo. Punto.

sábado, 9 de marzo de 2019

Es sábado. Las 24h de la noche. No aprecio la luna en el cielo, aunque está raso y brilla alguna estrella.

Es sábado. Ese mismo sábado que tenia plan con Jenny de ir a dormir a casa de Luna. Y estoy en casa de luna. Quisiera estar en la mía.

No estaba segura de pasar tanto tiempo con ellas, pues bien, el plan ha resultado en venir a su casa, ir al super, comprar mierdas y alcohol, estar un rato con su pareja y su padre, que después han ido a comer fuera y nos hemos quedado sola en casa. Y me lo he pasado bien. Cubata va y viene, música, bailes absurdo...y a la hora de la cena vienen su padre, que se iba a su casa pero también se queda a dormir. Su pareja. Un amigo de su pareja.. y en plena cena hablando de temas que no soporto, que me duelen, y que hace odiarlos un poco. Por su ignorancia. Puto cerebro que no les da para ver más allá. Que si los toros, el trabajo con animales, la típica bromita de los ecologistas....y todo eso en una mesa llena de cadáveres... Aclaro que soy vegana. Otra oveja negra en este mundo egoísta.

Y solo de pensar que no hay manera de irme a mi casa se me remueve todo. Me he salido a la terraza porque no aguantaba más. Me arrepiento totalmente de haber venido. No es mi lugar. Me siento fatal. Solo quiero que llegue mañana. Estar en mi casa. Salir de aqui y dejar de sentir ese puño en el pecho, que aprieta, que ahoga.

Aclarado.

No es mi lugar. No son mi gente.

No más planes sin posibilidad de huir. Necesito irme y no puedo. Estoy angustiada.

sábado, 2 de marzo de 2019

Palabras que fluyen.

Entramos en el despacho. "Me dice ve a la mesa a sentarte, que voy a buscar los exámenes."

Sentarse. Qué gran placer. Entre la risa nerviosa y demás estaba que no estaba. Aunque en este momento no recuerdo haber estado nerviosa. Nerviosa cuando pedí el trago, que me temblaba la mano y todo. No hay nervio que no temple un poco de alcohol en vena.

Resultado de imagen de vodka

Y viene con los 4 exámenes. Me pregunta que qué tal con los de clase, si ya estoy mejor, que se me ve más contenta. Joder, contenta. Contenta del vodka que llevaba entre pecho y espalda. Y que pensaba poner grupos de trabajo del mismo nivel para la tercera evaluación en vez de mezclar gente que quiere hacer cosas y los lerdos que van a tocar los cojones. Que cómo veo a éste y al otro. Que con quién me gustaría estar. Vamos, ha ido tanteando a los alumnos así un poco las preferencias, porque otra chica me había comentado que le había dicho de ponerla en el grupo conmigo, a ver si estaba de acuerdo, que a la pobre siempre le tocaba con otra que nunca hace nada y encima suspenden las dos cuando esta chica sí que hace. 

Y hablando de la mierda de clase. Del poco esfuerzo. De la poca motivación. De todo un poco. De cómo motivar. De los resultados escabrosos que se han obtenido en los exámenes. De la gente que no entrega los trabajos. Un trabajo de la primera evaluación, que nos pidió una redacción sobre la muerte. Le pregunté para qué pedía eso, porque lo que preguntaba era algo personal, no algo de temario. Que porque la gente no piensa en ello. En un trabajo en el que te vas a encontrar fallecidos. Que hay que hacerse a la idea, prepararse para lo que vas a ver. Que hubo gente que se bloqueaba y que ponía en la redacción que por muchas vueltas que le daba al tema que no conseguía hacerlo. Que hubo una señora de otra clase, que les hizo llorar a todos porque quería que la enterraran con su vestido rosa que llevó a alguna boda, sus deseos al marcharse de aquí. Y me contó que a ella, en este momento, que tiene alguien cercano con cáncer, que le queda poco tiempo y que estaba organizando su muerte. Que le pidió que le hiciera una foto. Y que ella sabía para lo que era, para su esquela. Que quería tener una foto donde realmente se viera guapa, que se la hiciera. Y que le daba reparo hacérselo, que le dolía. Le dije que se la hiciera, que sino se arrepentiría. Que era un favor personal que le estaba pidiendo. A ella exclusivamente. Por algo sería. Porque hoy en día todo el mundo tiene una cámara de fotos. Pero se lo había pedido a ella. Que se lo pensara. Y que sí, que tenían comida en unos días, y que se lo iba a hacer. Me llegó. 
Resultado de imagen de say goodbye

Y de las presentaciones de clase. Que por ella, en la siguiente evaluación con los trabajos grupales que nos organizáramos como quisiéramos, que no teníamos que hablar todos, que si yo me ponía de acuerdo con los demás en hacer yo la parte escrita y otro el presentarlo delante de todos, que a ella le daba igual. Que había valorado el que hubiera salido, que me daba un 8 a ese trabajo por el esfuerzo. Y que estuve mejor de lo que yo pensaba, que lo valoraba a menos. Que leí, pero que aun así estuve bien. Le dije que no, que me lo sabía de memoria. Que tenía los papeles delante, porque se me olvida y me quedo en blanco, por si acaso. Que los necesitaba, pero que en realidad no los leía. Que porqué me pasaba. Si había tenido alguna mala experiencia previa... Que la otra profe le dijo que una vez que salí por ayudarla, porque los de clase la habían dejado tan mal por discusiones absurdas y salí yo a seguir con la clase y que porqué lo hice. Que a ver si para salir necesitaba una motivación como aquel día, que por la situación en la que la vi tan mal y me dio pena salí... porque es cierto que aquella vez cuando salí ni siquiera estaba nerviosa, ni se me olvidaba nada... vamos, como si estuviéramos en el bar. Esa fue mi sensación, Estuve agusto. No era ese momento de "tierra trágame, me quiero ir de aquí". No me hubiera importado seguir. Y no lo controlo. Realmente no se lo que hace click en mi cabeza, para que en algunos momentos no me importe y en otros me paralice y se me borre todo. No lo entiendo. Y a más lo hago, peor lo llevo. Funciono al revés. No me entiendo. 

Me dijo también que había cosas que le gustaban de mí y cosas que no. Le pregunté cuáles no. Mi seriedad. Mi cara de perro, vaya. Que le deban ganas de meterme de patadas. Y que adelante, cuando quisiera. Anda que no me reí. También le dije que ella marcaba las distancias. Que con la otra profesora me salía más vacilarle, hablar de broma, más cercana pero que ella era más distante, con su seriedad. Pero que estaba claro que en el fondo no era así, que era una cachonda. Se reía. Me daba la razón. 

Y pasó un buen rato. Aun quedaba el último grupo para examinarse. Y le dije que se le hacía tarde, que la otra profe y los alumnos la esperaban. Y que no, que no tenía prisa, que ya lo haría la otra profe. Supongo que estaría agusto si no se levantó para irse. Le haría gracia verme medio ciega. O aprovecharía la ocasión de mi no-filtro y mis verdades una tras otra, porque si voy serena me cuido más de lo que digo y no hablo tanto. Yo qué sé. 

Yo al menos estuve agusto. Sería el ciego, qué se yo. Que no callo. Que para la próxima vez que haya un examen práctico me eche un vodka dice. Ya tengo vacile para rato. Si es que siempre ando liándola.

Tengo ganas de esta atrde. De ir a los conciertos con la de mi clase. De pillarme un ciego. De reirnos. Y mientras estoy escribiendo esto me llega un mensaje de Ander. Que a ver si al final voy a ir a su casa. Que no, que me voy al concierto. Que se venga si quiere, que ahí estaremos. No viene. No me esperaba otra respuesta. No pienso cambiar ese ratito con la psicóloga por estar con él. No ahora. Que hubiera llegado antes con eso. Más adelante, no lo descarto.

Que tengáis buen fin de semana todas. 

viernes, 1 de marzo de 2019

Suspenso! Sí!

Dior bendito! Menudo día. Me lo he pasado genial!!

Tenía examen práctico a las 12.30h así que me he levantado temprano para ir a pasear con los perros primero y cuando llegaba a casa me escribe la psicóloga, que como le tocaba ir antes, que el delegado de la reunión de ayer sobre las notas, con los profes, les había dicho que ha habido muchos suspensos, los profesores enfadados... Voy a la cuadra, me saco una foto en el tractor y se lo envío "No sus preocupéis, que arranco y voy para allá a recoger calabazas!" Unas risas.

Llego al pueblo donde está el insti, entro al bar de siempre. Había dos alumnos en la barra esperando a pedir el desayuno. Eran sobre las 11h. Le pido: dos cafés con leche y un vodka limón muy cargado. La camarera ojiplática, a ver si era de verdad o le estaba vacilando. Que no, que de verdad. 

Y estábamos algunos alumnos más, en la terracita, con los cafés y el vodka, y aparece el otro amigo, que nos trae a la psicóloga y a mí una caja llena de botellas de alcohol para llevárnoslos al concierto de mañana. Para un ciego. Un regalo. Genial. Destapo la botella de Peché, y le he dado unos lingotazos. Eso en la terraza, al sol. Vodka y peché. Las 12.15h, un chupito de tekila y a hacer primero de víctima para otros dos alumnos que se examinaban y después hacía yo de asistencial con otra compañera. 

Me tocaba hacer de una niña de 3 años, convulsionando. Me ponen una esterilla acolchadita, me tumbo, me ponen de almohada una parte de la dama de elche para no golpearme con las convulsiones en la cabeza. Yo cerraba los ojos, me daba vueltas todo. Y me ha dao la risa. 

Juro que he intentado aguantarme. Y no he hecho ruido. De eso que te tapas la cara, con una sonrisa de oreja a oreja, y te tiembla todo el cuerpo porque esa energía no sale en sonido, sino en vibraciones. Y cerraba los ojos, estaba en una nebulosa, solo quería reirme, ahí espatarrada en el suelo. Y voces de fondo, de la profesora a la tutora, "mira Black, que se parte todo el culo, de qué se reirá?". Juro que no podía más con mi vida. 

Y es la bebida, que me hace ser sincera y no callarme. Porque en mí no existen grises. O blanco o negro. O me bloqueo y no hablo. O te cuento mi vida en verso en japonés. Y nos tocaba hacer de asistente. Y me veía ahí, que no podía callarme. Palique pa´rato. 

Terminamos el examen y me dice la tutora, Black, quieres ir al despacho  a ver las notas?" Vale. Vamos para el despacho. Un piso más abajo. Por las escaleras. ESCALERAS. Ella por delante. Yo por detrás, rezando para no meterme un morrazo. La cabeza embotada, sonrisa de oreja a oreja, intentando seguir el ritmo de ella. Hasta que inesperadamente me sale desde lo más profundo, "Tutora, espera que voy borracha y no puedo ir más rápido". Se ha girado con un "¿Eh?"  Quiero creer porque no me ha entendido, mala vocalización.

Y me saca 4 examenes de 6 que hemos hecho. 10, 10, 9´55 y 9. Perfecto. Me faltan dos por saber aun. Y he perdido la noción del tiempo. Cuando hemos terminado eran las 14:30. Una hora ahí dentro. Y es que si bebo no callo. No tengo toda la secuencia de la conversación en mente. 

Esta noche después de venir del gym ordeno las ideas. He llegado a casa malamente. Me he metido a la cama a dormir. Voy a ducharme y me piro al gimnasio a quitar la tontería. Ya que no me la ha quitado la Tutora. Me ha dicho que a veces le dan ganas de meterme de patadas. Le he dicho que cuando quiera. 

Luego sigo.


jueves, 28 de febrero de 2019

Cuando el peso de la balanza me indica que debo decirte: no quiero verte.

He vuelto del café.

No ha estado mal. Conversaciones efímeras de temas simples que pasan de boca en boca, actualidad, noticias, las vidas de otras personas con las que ni siquiera nos cruzaremos ni una sola vez. 

Vibramos en ondas diferentes. 

Me he enterado hoy que el plan para el fin de semana del 9 era ir el sábado a la casa de una, en la que vive con su novio, hasta el día siguiente. Yo pensaba que excursión de un día. Parece que ya lo habían hablado entre ellas. 

No me disgusta la idea. Al principio sí, me ha pillado de sorpresa, en un momento en el que no tengo claro si quiero compartir tanto tiempo con ellas. Con ellas y con cualquiera. No sé. No me conviene compartir demasiado tiempo con personas que después se llevan mis ilusiones a pedacitos. Luego me cuesta horrores recomponerme al abandono, al hecho de no encajar en la vida de nadie más que para ratitos breves del tiempo. De nuevo el miedo al encontrarte en medio del océano, sin el soporte que te mantiene a flote, para respirar. A hundirte. A no saber volver a la superficie. A quedarte en las profundidades, atrapada en la oscuridad.

Me dijo una de clase, la psicóloga con la que me llevo bien, que su pareja da un concierto este sábado, que me invita a ir con ella. Le he dicho que sí. Que ya hablaremos para quedar. Creo que ya lo puse en el post anterior. Tengo agotadas las neuronas de tanto examen. 

Y mientras escribo estas líneas me llega un mensaje de Ander. A ver qué hago este fin de semana. Así, a secas. Y pienso, vaya, ¿lo habrá dicho para proponerme a quedar? Pero le he respondido con toda normalidad, que iré a un concierto. Y me responde que tendrá la casa libre. De nuevo, así, a secas. Sin una invitación directa. Le respondo que muy bien, que aproveche a organizar una orgía. Me pone un iconito de extrañeza y me pregunta ver si voy. 

Juro que esperé esa invitación como agua de mayo hace un tiempo. Lo hubiera dado todo por esas palabras. Todo. Sin exagerar.

Le he respondido que no. Que en este momento  estoy bien como estoy, que me cuesta volver mucho a este estado y que no quiero salir de eso. Sin especificar más. Me da miedo quedar, que es algo simple, un polvo y ya está. Pero me da miedo salir de este estado emocional gris. Estable. Triste y melancólico, pero no negro. Sin presión en el pecho. Sin que me falte aire. Sin pelear con m,is lágrimas para retenerlos adentro a cada rato. Que aunque de vez en cuando se me escapen, no tengo que estar en vigilancia 24/7.

Y me dice que le diga qué quiero decir con eso. Que quiere saber qué es eso que prefiero hacer más que a que él me coma el coño. Con esas palabras. Le he respondido que con que me entienda yo es suficiente, que no hace falta que nadie más lo haga. Un iconito de OK de vuelta y conversación terminada.

Que tal vez si esa propuesta me la hiciera otra persona habría aceptado. Este fin de semana no, porque quiero ir al concierto. Y si no sale lo del concierto pues me quedaré en casa o lo que sea, pero no voy a ser yo quien diga que no a lo del concierto. Pero el problema es él. Ander.  Que he llorado demasiado por él. Por su aparición en mi vida. Por poner mi mierda patas arriba. Por abrir algo ahí adentro, al fondo, que ha dejado que se escapara tanta tristeza acumulada. Y me da miedo verlo. Aun siendo el propósito de la quedada clara. Un polvo. Con los sentimientos bajo llave. Pero no sé si tengo control de ello. No pienso comprobarlo. Y me duele haberle dicho que no. Es lo que he querido siempre hasta ahora. Un ratito de él. 

Y aparte, que de otra persona me daría igual, pero la manera de decir ese "quiero saber qué prefieres antes que yo te coma el coño" no me parece correcto. No sé. Directo sí. Y las cosas claras.  Pero escuchar esa frase tan vacía de alguien que ha sido la causa de haberme sentido tan mal me defrauda. Mucho. Que él no tiene la culpa. Fui yo que me agarré al flotador equivocado cuando me estaba ahogando. A alguien que no quería ser flotador. Alguien que me dejó hundida cuando un simple café me habría traído a flote, o me habría dejado tomar una bocanada de aire. 

Diferentes intereses, es todo.

Pero ya no quiero verlo. En este momento me perjudicaría más emocionalmente que el beneficio del placer sexual. En la balanza sale que no te quiero ver.

Se acabaron los exámenes por fin!

Dior bendito! Por fin he terminado con los exámenes escritos. Aprobar, los apruebo todos, y creo que con notas bastante buenas. Ya nos las darán. Aun me queda el peor, el de mañana, que es el práctico. Al menos me ha tocado a buena hora, a las 12:30h, para ir antes a beber unos vodkas para soltar la lengua y no quedarme paralizada. En fin, ... qué ganas de acabar con esta semana.

Dijo Jeny el otro día que libraba el finde que viene, que podríamos ir a algún sitio a pasar el fin de semana. Después de meses sin verlas, y todavía con el resquemor por lo que me hicieron el verano pasado, lo último que me apetece es pasar tanto tiempo juntas. Que sé que si voy me lo paso bien, pero la idea no me convence. Yo dije que en todo caso uno de los días a pasar el día con cualquier plan, pero nada más. Esta tarde han propuesto de quedar a echar un café, y me animaré a ir. A ver qué tal, qué sensaciones.

El sábado una chica de clase me ha propuesto ir a un concierto donde toca su novio, que me invitan, así que ahí voy. Fui con ella y unos amigos de ella hace un par de fines de semana a dar una vuelta al monte y muy bien. Es una persona increíble, pero tampoco me quiero hacer a la idea de una amistad. Simplemente alguien de paso, como todos. Ya me he hecho a la idea de ser "cuadradito" como me dijo mi tutora. Así que últimamente estoy bastante distante en cuanto a implicación con la gente. Salgo, quedo y sigo con mi mierda de vida sin pensar en encontrar nada más que pasarlo bien ese día.

Yo a sumergirme en las tantisimas novelas que tengo pendientes de leer. Por fin. Me muero de ganas! Me había prohibido coger un libro hasta que terminaran los exámenes y el finde pasado me compré 7. Imaginaros, toda la semana encima de la mesa, diciéndome "léeme". Y yo aguantándome las ganas. Confieso que me leí dos hojas de uno. Y me encantó el comienzo. Después me obligué a coger los apuntes. Y no volví a sucumbir. Hoy ya sí. Ahora mismo. 

Pasad buen fin de semana :) 

lunes, 25 de febrero de 2019

Mi boy a domicilio.

Este fin de semana me ha escrito Ander. Que qué tal va la obra de mi casa, que si va terminando... porque dice que quiere que le invite, para echar un polvo. Me estuvo haciendo comentarios de esos un rato, y después salta con que me está diciendo de follar pero que le estoy dando largas todo el rato. Que a ver si no le follaría. Que últimamente no ha conocido a muchas, que se le han acercado varias pero que si no le ponen, da calabazas. Pasé de responderle. Al rato de nuevo con el tema, que si no follamos es porque yo no quiero. ¿Perdona? Si se me caían las bragas de verle. Hubiera dado lo que fuera por verle.... en fin, hombres. Y a lo último me salta algo como "sí, voy a ser el primero en estrenar tu cama, pero esta vez sin que pienses en ir más allá". Le dije que no había ningún esta vez. Se quedó desconcertado.

Este tio se pensará que voy a ir a lamerle el culo, no te jode. Pues no. Ahora ya paso. Su momento ya fue. Me quedé en paz cuando le dije de no perder contacto. Después vi que en realidad no lo necesitaba. De vez en cuando me escribe,  y ya. Nada del otro mundo. Y eso me da paz. He vuelto a recuperar mi yo, el gris, la que no siente nada. Estar en aquel agujero negro me había consumido.

Y mirando atrás, no sé porqué me pasó eso. Un tio que sí, que está muy bueno. ¿Y qué? ¿Cómo me volví tan loca por él? Yo creo que me cogió en un momento emocional bajo, que necesitaba alguien a quien agarrarme, y en vez de nadar y mantenerme sola a flote como siempre, puse mis esperanzas en él. Como un oasis en pleno desierto. Y se me fue la pinza. Me costó salir. Nunca había llorado tanto tan seguido. Y esos "pseudo" ataques de ansiedad, no me había pasado antes. Al menos no tan seguido. Me estaba empezando a asustar ya. No era normal. Siempre he sabido controlarme. Y vi que ya se me iba de las manos. 

Pues eso. Ahora a donde otra. AUnque no cierro puerta. Cuando tenga mi casita y me apetezca echar un polvo, será como llamar a un Boy, un tio con tipazo, que me venga a domicilio a quitarme las telarañas, y adiós muy buenas.

Esta idea me gusta más. 

Nada de engancharme emocionalmente a nadie. 

martes, 12 de febrero de 2019

Al final le pedí disculpas el otro día a la Tutora por haberle hecho sentir mal. En realidad no era mi intención, el tema no iba con ella para nada.

De todas formas, sigo pensando que es mi derecho dejar un examen en blanco, no presentarme o escribir en él lo que se me venga en gana, total, esa nota me repercute a mí y a nadie más. Aparte, ese 5 me parece regalado. Que ella sabrá lo que quiere darme o no, pero no me parece justo hacia los demás, aunque sé que con el resto tiene muuucha manga al corregir sus exámenes y los aprobados van regalados también. Pero me da igual, yo no quiero que me regalen nada. Y punto. No me gusta.

Lo que más odio de ir ahí ya no son los niñatos esos que con 20 años parecen de 12. Es que odio las presentaciones de trabajos delante de toda la clase. En serio. Nunca he podido con eso. Al menos ahora soy capaz de hablar con gente que no conozco, tampoco quiero milagros de empezar a dar las charlas tranquilamente. Me conformo con no quedarme muda con la gente.

Total que hoy me ha tocado exponer dos trabajos.

Una mierda. En serio.

Salgo del primero, y me temblaba hasta el dni. Sudor frío, esa sensaciónde calor pero tiritas como de frío, te tiembla todo, tartamudeas... Y después del recreo otro. Ya llevaba acumulado lo anterior. Aunque en la presentación en sí he estado mejor, ha sido terminar y venirme unas ganas de llorar de la leche. Me he aguantado. Pero de nuevo esa sensación de ahogo, opresión torácica, ganas de llorar, de irme de ahí. 

La siguiente hora me pregunta la otra profesora qué tal la exposición, porque sabía que no me iban estas cosas, y no le he podido responder siquiera. Porque sino empiezo a llorar ahí mismo. 

Joder. Si en realidad no es vergüenza. Vergüenza podía ser en la universidad o en otro sitio. Pero en esta clase de niñatos no lo es. Noo sé, pero soy incapaz de hablar en público, es superior a mí, aunque el público sea tan absurdo como el de hoy. 

Me supera.

miércoles, 6 de febrero de 2019

Surrealista.

El viernes tuve un examen.
Lo entregué en blanco.
Me han dado un 5,5.
Ya, yo tampoco lo entiendo.

El viernes, el día ese de mierda, fui a hacer un examen (parcial). Pero más bien fui por salir de casa y escapar. 

Me enfadé con mi madre. Y en realidad no tanto con ella, fue un desencadenante que me hizo volverme loca. Literalmente. Últimamente todo me sienta mal, y a la mínima, estoy de buen humor y me vuelvo un puto orco. Me entra una mala ostia por cualquier minucia que ya necesito meter patadas a algo o estampar algo en la pared, gritar... como una puta cabra, vamos. Estoy saturada. No puedo más.

Y con ese cabreo me fui a hacer el examen. 

Llegué al instituto, me senté en las escaleras de enfrente de clase porque llegué temprano, salí de casa pitando. Y empecé a escribir el post anterior, para intentar sacar toda la mierda, mientras me aguantaba las ganas de llorar. Y en eso aparecen dos alumnas, tuve que parar. Y tras un par de minutos, aparece la profesora, mi Tutora, la del vídeo de Cuadradito, la que no encaja en ninguna parte. Pues da los buenos días, me mira y me dice: "Joder Miss Black, con esa cara da gusto mirarte por las mañanas". Tendría una cara de mala ostia de flipar, vaya. Que razón no le faltaba a la mujer.

Y entramos al examen, lo reparte... Y siempre tengo la costumbre de leer una vez el examen entero y a lápiz, al lado de cada pregunta, anoto palabras clave de mi desordenado cerebro, me hago mis guiones y esquemas. Cuando acabo de leerlo, a boli me hago el examen bien redactado, borro lo que está a lapiz y lo entrego. 

Pues el viernes me hice a medias los esquemas, fui a escribir en boli y me dio la neura. Necesitaba salir de ahí. Así que me levanté, dejé el examen en blanco en su mesa, vi su cara de asombro,me di la vuelta y salí pitando sin mirar atrás. Como alma que lleva al Diablo.

Trabajaba en turno de tarde, eran las 10h de la mañana, así que me fui al centro comercial. Siempre compro alguna mierda y me tranquilizo. Me compré un vestido, que nunca uso vestidos, y ni con esas. Me fui a trabajar de bajón que ni los abuelitos me alegraron el día.

Y llega hoy, el día de volver a clase, ya que el lunes trabajaba de mañana. Y entra la Tutora a su clase, y dice: los que ayer no visteis la nota del examen que vengan conmigo al despacho. Yo ni me he levantado, total, mucho que ver no había. Un cerete bien redondo.

Entra en clase la última alumna que había ido al despacho, y me dice:" Black, que vayas"

Voy.

Me siento en la silla, desliza mi examen de un taco de hojas, y:

- Miss Black, explícame qué es esto.
- Pues... un cero.
- No, no es un cero. De hecho, no lo he contado aun, pero da para un 5,5, con los borrones de las esquinas. Porque veo que te lo sabes, y lo que no entiendo es porqué me haces esto. 
- ¿Un 5,5? Un examen en blanco es un cero, lo de las esquinas son garabatos sin sentido, palabras que pongo para organizarme yo.

Así comienza una conversación en la que ya no me salen ni palabras. Porque la Tutora es de esas personas que pregunta y pregunta, pero que no se conforma con una respuesta superficial. A bien me refiero, de querer entender el porqué de las cosas. Ya me daba hasta pena la pobre mujer. Me hizo sentir fatal, por ella. Me dijo que la clase en general por el tipo de alumnos le limitaba mucho y que no sabían cómo llevar a esos chavales adelante, que andaban probando diferentes métodos... pero que llega el fin de semana, y que se olvida de nosotros y sigue a lo suyo. Pero que este finde no se quitaba mi geta de su mente preguntándose porque LE hice eso. Nótese el LE.

  ¿Por que me has hecho esto? Me ha dolido ver un examen que apruebas a ojos cerrados en blanco, no encuentro respuesta del porqué. Te veo que estás a disgusto, enfadada, porque tu lenguaje corporal es muy evidente. Yo estoy dando clase, te miro y veo que no estás bien aquí, y ahora haces esto y me duele, porque no se si te has enfadado conmigo o qué es lo ocurrido. Los demás de clase, de una manera u otra, consigo conectarme con ellos, y entender las dificultades que puedan tener etc, pero a ti no te pillo, no conecto y no se cómo hacerlo. Después pongo esta pregunta en el examen para que deis vuestra opinión sobre el trabajo grupal, y en especial este cacho lo añadí por ti para que no te quedaras sin hacer  la pregunta porque hiciste sola el trabajo y nunca te mojas cuando se preguntan las opiniones de la clase sobre las mejoras, cómo podríamos actuar hacia vosotros o cómo podríamos entre todos, hacer que la clase funcione. Las preguntas que son de contenido práctico tampoco me las respondiste... No sé por dónde pillarte.

Eso, básicamente. Y me dio una pena la mujer que casi se me cae el alma al suelo. Le dije que no tenía buen día, y que esa respuesta no le valía. Le dije que no tenía nada que ver con la escuela y mucho menos con ella, que no estaba enfadada, simplemente que fue un mal día mío por otros temas y ya. Se ofreció a escucharme si quería hablar y en eso se quedó todo.

Sigo pensando que un aprobado es injusto para con el resto de la clase, pero vaya. Entiendo porqué lo hace, pero si yo fuera la profesora iba el cero de canto.

viernes, 1 de febrero de 2019

Joder, estoy harta de todo. De vivir en esta mierda de casa con mis padres, de este instituto de mierda, de la mierda del curro....en resumen, de la mierda de vida.

Me quiero morir. Así. Ya no tengo ilusión por nada. Estoy irritable. Me molesta todo. Estoy cansada. Me he aburrido de vivir. No quiero seguir así por más tiempo.

Y no tengo huevos de hacerlo.

Dudo.

domingo, 20 de enero de 2019

Plantón en toda regla.

Bueno, hoy tenía una cita.

A primeros de mes Ruben, el chico de Halloween , me dijo que me reservara este domingo para ir a comer, para ponerme al día de sus negocios. Me lo anoté hasta en el calendario para que no se me olvidara, que ultimamente se me va mucho la pinza. 

Me apetecía y no. Un sí pero no de esos que sí quieres pero te da pereza porque algo no acaba de gustarte, pero no sabes el qué. Y ayer a la tarde le escribí, a ver si la comida de hoy seguía en pie. Me escribió a las tantas de la noche, a ver si estaba despierta. Ni le respondí, porque me suele llamar y a esas horas, con mis padres durmiendo al lado... pasaba de hablar por teléfono, obviamente. Y como parece que responder a un mensaje cuesta tanto... no se. Ni si, ni no.

Esta mañana, las 11 ya... y le digo que mientras desayuno que si quiere quedar que me lo diga que sino me voy con los perros al monte. Total, que no respondía. Salgo con los perros y se digna a responder al medio día, que ha pasado mala noche con catarro y que mejor quedamos otro día. Digo... ¿ayer podría haberlo dicho también, no? Cierto es que a mí no me jode ningún plan porque fuera del trabajo y la escuela no tengo más vida pero aun así, me da rabia que la gente me tenga pendiente. Que me digan sí y luego sea no. Tengo una especial manía a esa situación.

En fin. 

Plantón en toda regla. Otro día para anotar en la larga lista de personas con las que no encajo.

Así que he dedicado el día a comer He hecho tostadas de canela. De vicio. He hecho pizza. Orgásmico. He comido chocolate de menta. Todo para no pensar en que soy "cuadradito", el que no encaja en ningún sitio. Porque la comida me da paz. Y después voy por ahí rebosando lorzas por todas las esquinas. Pero llega un punto en que me la pela todo. Total, en el trabajo llevo uniforme amplio. En clase es evidente que no encajo tampoco, pronto va ser literal, que no me va entrar el culo en el pupitre, pa que me mande otro vídeo la tutora, de "cuadradito no encaja en la silla" o algo. Y al gym llevo camisetas amplias generalmente. Antes tenía pantalones cortos de estos tipo chandal pegaditos, pero... no estoy en condiciones de ponermelos. A veces los he puesto y me siento un poco ridícula, con gente super mazada y yo con el culo rebotando a cada salto! En serio, me río por no llorar, pero toda una pared es espejo y es verme y rezar para que la gente empiece a sudar y que se empañe.

Iujuuu! Otro día memorable en mi mierda de vida! 

sábado, 19 de enero de 2019

No amanecer.

Bueno, pues Ander se acabó. Me saqué ya la espinita que no me dejaba avanzar. Me pregunto después que avanzar a dónde, pero al menos no siento ese nudo que me ahogaba a cada momento.  Capricho momentáneo. He comprobado (en el fondo lo sabía, pero soy masoquista) que si no me dirijo yo a él, él pasa hasta de saludar, así que fin. FIN. Pero me quedo tranquila de haberlo comprobado. Y de no haber dejado la puerta cerrada. Nunca se sabe. (Sí, no me entiendo ni yo)

Y tema aparte, de nuevo otro tema que se repite una y otra vez en las líneas que rellenan éste pequeño hueco del ciberespacio... Se hace evidente que no encajo en ningún sitio.

Estaba el otro día en la escuela, en la sala de ordenadores, ya que tenía las últimas dos horas convalidadas y por la tarde trabajaba, así que pedí permiso para ir a los ordenadores a hacer un trabajo que nos mandaron mientras hacía tiempo. Y en una de estas entra en la sala mi tutora. Me pregunta qué tal y demás... y me dice: Me ha enviado mi hija un vídeo buenísimo, de cuadradito, que no encaja en ningún lado, y me he acordado de tí. Después me dijo que lo buscara y demás e hizo el comentario de que ella se identificaba con cuadradito con la clase nuestra. Que no sabía cómo llevar por la diferencia del tipo de alumnado.

Os dejo el vídeo: 


El tema, que me dijo a mí que yo no encajaba en clase? Que no lo hacía ella? Bueno, yo ya sabía que yo no encajaba, lo tenía claro desde el primer momento, pero que se hiciera taaaan evidente y que me lo soltaran a la cara (lo de evidente, lo es) me dejó un poco más de bajón. Si es que da igual lo que haga o a donde vaya, que siempre sobro. 

Y me pasa que parezco gilipollas cuando hablo con mi tutora. Y con la otra profesora, la que trabajó en mi misma residencia. No sé, me sale mi lado borde, y eso que ellas son simpáticas. 

Aunque bueno, no se si describirlo como el lado borde. Simplemente no me sale nada coherente cuando me preguntan algo. En una simple conversación, nada que ver con temas de clase. No sé. Me quedo medio en blanco, atontada. No me sale. Me pasa lo mismo con mi Maestro de boxeo. Que me habla y no me sale responderle nada coherente. Encima tartamudeo. Siempre me pasa eso con quien está por encima de mí. No sé.

Supongo que siempre opto por no hablar demasiado (es que no me sale, de verdad, no es voluntario) para no parecer lerda, y al final acabo siéndolo más. Supongo que por eso no encajo nunca en ningún lado. En este caso, en clase, no encajo porque el ambiente de adolescente pajero no es lo mío. Aparte de no caer muy bien  a la gente, pero no los puedo culpar. Será cuestión de acostumbrarse.

Y estoy acostumbrada, simplemente que  a veces me derrumbo. Y cuando más bajón me da es cuando ya estás hecha a caminar en la oscuridad, cuando la vista se te acostumbra, y aparece alguien que trae luz. Y se va. Y te deja cegada de nuevo en la oscuridad. Es entonces cuando me da ansiedad, me atenaza el miedo, y me quedo sin aire. Y con Ander fue que me pasó eso. Acostumbrada a estar absolutamente sola, aparece alguien que me da la mano, para después soltarla y dejar que me pierda, sin encontrar el camino de nuevo a mi oscuridad. Pero esta vez me ha pasado exagerado. Generalmente no llego a alejarme tanto de mi lugar, la gente se espanta antes. Pero no sé que me pasó esta vez, que perdí la cabeza, y la cordura. Me dejó tocada. Herida y hundida. Me pregunto porqué, con todas las personas que tienen vidas interesantes, amigos que los quieren, de repente pasa algo y dejan de existir. Cuando en el mundo hay gente como yo, que no tiene a nadie, y sigue respirando el oxígeno que tan agradecidos estarían otros de respirarlo.

Hay días, que sólo me apetece llorar. Hay otros días que de verdad, intento levantarme, intento encajar, pienso en cambiar y lo hago, y ni aun así da resultado. Y hay días, después de intentarlo y de fracasar de nuevo, que solo quiero no amanecer.

sábado, 12 de enero de 2019

El nudo del pecho que ya va dejando de apretar.

Viendo la respuesta insulsa de Ander, el lunes, con toda mi ilusión, le deseé que le fuera bien la semana. El cual tuvo una respuesta igualmente insulsa: un simple "Igualmente".

Y ya. Eso ha sido todo a lo largo de toda la semana. Esta mañana digo, qué cojones, voy a escribirle. Y los tiros de la conversación han terminado, como de costumbre, en LO ÚNICO. Lo que le caracteriza, basicamente, es que sólo sabe hablar de sexo. Da igual lo que el preguntes, siempre lleva el "diálogo" a esos menesteres. Antes lo hacía y ahora sigue igual. 

¿Y sabéis? Me alegro de haberle escrito. De haber visto sus escasas respuestas y su nula capacidad de conversación. Supongo que lo que me pasa es porque no lo tengo delante, viendo su boquita y su sonrisa, pero después de haberle escrito y ver que de donde no hay no se puede sacar, estoy desintoxicandome de su recuerdo. Que si lo tuviera delante, también os digo que perdería el culo por él, que eso lo tengo claro también. Me pone un huevo este tío. No hay más. Punto. No puedo tenerlo cerca, se me desintegran las bragas. Literalmente.

Que sí, que antes lo sabía también, que siempre me hablaba de lo mismo, que respondía con monosílavos o un puto emoticono. Que estaba claro que no es un tio para una relación (eso tampoco tengo claro si en este momento estoy preparada para una relación, no con él, sino con quien sea, paso del tema). 

Fue su sonrisa, que me volvió loca, un flechazo a ese cuerpazo, a ese pedazo de abrazo, idealizado de alguna manera. Supongo que la necesidad de contacto... yo que sé.

Estoy escribiendo el post sin pensarlo. Tengo 5 minutos para salir hacia el trabajo y solo tecleo las cosas que me vienen a la mente sin pensarlas, sin darles demasiadas vueltas, solo escribir. Sin borrar lo escrito y pensarlo mejor, tal cual sale. 

Os dejo la conversación, a ver qué os parece, aunque más bien para no perderlo nunca. Supongo que colecciono momentos, palabras, frases que después volveré a leer y releer, para meter el dedo en la llaga y darle vueltas. Siempre lo hago. Una puta manía que tengo que dejar de lado. Joder.

YO- Buenos días!!! Todo bien?
ANDER - Sí!! He estado un par de días con catarro, fabrica de mocos. Hoy ya bien.
- Oissss pobre, tranquilo, mala hierba nunca muere. De esta sales.
- Serás zorrita
- Pues sí, hay cosas que no tienen remedio
- jaajajaja ya veo, tu colega de la foto no intimida. - (tengo de perfil una foto, yo en el suelo muerta mientras que Ale, un ex, está con una pala para enterrarme. Me mola el gore y la fotografia... pero eso es otro tema ya)
 - Ya, no tiene la cara de capullo como la tuya, que se le va  a hacer. Tendré que repetirla con tu cara.
- Yo solo porno, no esas mierdas.
- jajajaja Soy mierdas, ya lo sabes. Y tú no seas acojonao, que solo de pensar en una escena gore te cagas.Miedica.
- Cuando te la meta por el culito a ver quién se acojona...
- ¿Qué me vas a meter por el culo si se puede saber?
- La lengua
- Todo tuyo. Estás fatal, mira a ver si tienes fiebre.
- Donde se coge eso? Entre las piernas?
- En tu caso si
- En el tuyo no, monja.
- Sí
- Lástima. Ya tenia en mente una escena porno, "a la monja que le gusta el anal".
- jajajaja y porqué no al revés? Al leñador le mola que la monja le meta por el culo un palo con astillas. Lo veo.
- No seas mala, no compares mi polla con un palo con astillas, joder.
- Pues no sé, palos con astillas tengo vistos, no puedo comparar con eso nada que no haya probado antes. Así que por el momento me gusta más mi versión. Además que la cámara la manejo yo, por lo tanto mando yo.

Todo eso con emoticonos varios, que leyendolo así de sieso parece de mal rollo la conversación. En fin... que eso es lo que hay.

domingo, 6 de enero de 2019

Hay mundo después de Ander (no mucho)

Mi vida fuera del Universo Ander:

Aun sigo trabajando. Lo que iba a ser cosa de un par de semanas, parece ser que aun le quedan otro par de semanas de rehabilitación, un esguince que se le ha complicado. En el lugar estoy agusto, el trabajo también. Las mañanas son agobiantes, mucha carga de trabajo, sola, y corriendo de un lado para otro (literalmente). Pero bueno, no está mal, con la gente muy bien, no me putean ni me miran mal al menos. No he tenido problemas con nadie. Y los pacientes pues... paciencia. Psiquiatría es lo que tiene, que tienes que conocer las manías de cada uno y saber de quién fiarte y quién te la va a dar. Interesante.

Mis "amigas". En diciembre, no me acuerdo ni cuándo, quedaron para ir a tomar un café. Creo que eso ya lo puse en algún post anterior. No fui, no me apetecía. Ya no me nace. 
Para nochebuena quedaron para potear, yo no podía porque ese dia suelo ir temprano a casa de mis tías. Y ahí debieron de quedar para salir en nochevieja a potear de nuevo. ¿Sabéis cómo me enteré? Una noche de vuelta del trabajo a casa vi a Jeny sacando la perra, paré a saludarla, y me dijo que a ver si iba, que habían quedado. Si no la veo, ¿no me avisan? 

En nochevieja ya después sí que pusieron en el grupo de whatsapp a qué hora quedaban y eso. Podía haber ido. En parte me apetecía ir, para emborracharme. Por otra parte, no me apetecía quedar con ellas. Desde lo de las vacaciones en agosto estoy dolida. Me siento fuera de lugar, de sobra, y no me nace quedar. Después en parte me arrepentí, pero era un 50% lo que sentía,si ir o no. Y opté por no ir, porque me siento más de sobra que de integrada.

Vamos, que empiezo el año nuevo peor que nunca: marcador a 0 en amistades. Y no me refiero a las amigas de verdad, de las de contarles todo, simplemente amigas de las de salir los findes. Cero en ambas categorías. 

Y hace unos días escribí a Ruben, el hombre con el que me lié en Halloween. Desde entonces no sabía nada de él, me dijo que iba a adoptar un perro y le escribí para ver qué tal le iba. Me llamó. Me dijo de quedar, que me quería contar cosas, de lo que había sido de él, sus rollos (chungos de verdad), y quedó la cosa en el aire. Sólo tiene libre los domingos y esta mañana me dijo de quedar, le dije que hoy no, pero mi próximo domingo libre que quedaríamos. El 20 será ese día. Me apetece.

Resultado de imagen de gorjussEsta mañana estaba con la cruz roja haciendo un preventivo. Pasando frío por la cara, vaya. Me apunté cuando empecé a estudiar el módulo, para ver si iba cogiendo mano en este mundillo. Empecé entusiasmada, por el tema de las ambulancias que me llamaba mucho la atención, y por la posbilidad de conocer gente nueva. En mis absurdos intentos de encajar en algún lado. Pues ya tampoco es que me haga tanta ilusión ir, los preventivos son aburridos, nunca pasa nada, y si pasa son chorradas. Es ir, y estar por si se necesita algo. Y nada más. Y la gente.... de ahí no voy a sacar ninguna amistad. Uno de ellos cazador, otro simpatizante, dándole ánimos por sus logros. Un asco. Odio ese tipo de gente., joder. Asesinos de mierda. Y luego hablas con el tío y en verdad es muy simpático, pero solo de pensar que es cazador me echa atrás... y después todo el rato comiendo bocadillos de cadáveres. SOY VEGANA. Me da asco ver esas cosas. Me es incómodo. Estoy hasta la polla del maltrato animal, joder. Es que encima cazadores, qué asco. Otro sitio donde no encajo.

Y Universo Ander: 

Desde ayer no he sabido nada de él. Sólo dos tonterías de cuando el mandé el mensaje, nada trascendente. Me preguntó qué tal iban las obras de casa, se lo explico, y su respuesta: "Pon una cama grande..." Siempre habla de lo mismo. Monotema. 

No me hago ilusiones, o eso quiero creer. Mi intención no es volver a lo de antes,  a esa dependencia, a escribirle cada día, tampoco lo quiero agobiar, pero ante todo, no quiero tener de nuevo esa dependencia tan grande. Espero poder gestionarlo. Y de decirle de quedar ni hablamos. No tengo pensado hacerlo. Solo necesitaba liberar la angustia que llevaba dentro de probar acercarme a él. Por haber alejado algo que necesitaba tanto aunque me hiciera ese daño. No sé. Probar. Tal vez desde la distancia pueda darme cuenta que su personalidad no es la que más me conviene. Yo que sé. Que sea lo que tenga que ser. 

sábado, 5 de enero de 2019

Propósito para 2019: Sincerarme conmigo misma.

Dior, Dior, Dioooorrrr!!!! Ya está. Lo acabo de hacer. Lo que quería hacer desde hace tiempo. Lo hice. Ya. No hay vuelta atrás. 

Pues eso, que estaba venga a darle vueltas para escribirle a Ander, que quiero saber de él, con el miedo metido en la piel por su respuesta. Y me animé. 


Le he escrito hace poco, de perdidos al río. Me carcome el alma dejar pendiente ese mensaje. Me he convencido de que me da igual la respuesta, que caben 3 opciones:

1- La ausencia de respuesta
2- Que vale, que retomamos contacto.
3- Que me mande a la mierda. 

Y los derivados de esas últimas dos, que llevarían el añadido "pero....". 

Prefiero arrepentirme de lo que hago y no de lo que dejo de hacer. Me estaba muriendo ya, siempre cavilando si hacerlo o no. A tomar por culo. Lo hago. Después ya arrearé con las consecuencias, sean buenas o malas. Pero lo necesitaba.

"Hola! Ya sé que te dije que no me escribieras más y queda raro que ahora te escriba yo, pero siguiendo el propósito que me he hecho este año, solo decirte que no me gustaría dejar de hablar contigo. Un abrazo, y disfruta lo que te queda de vacaciones".

Así. Toda la tarde para escribir eso, y eso que un amigo me dio la idea de usar el rollo del propósito como excusa, propósito del 2019, de sincerarme conmigo misma. 

Y sabéis qué? Que ha respondido un escueto "vale, no tengo ningún problema contigo".

Así de sencillo.

No sé, en realidad me esperaba algo más, no tan fácil, sino algunas preguntas, de porqué ahora, después de un mes. Qué ha cambiado. Porqué esta decisión... yo que sé. Algo. Me ha dejado fuera de juego totalmente. Demasiado sencillo. 

Pues mira, que al final voy a tomarme en serio el propósito. Esta mañana hice una foto con el envoltorio de las castañas, congelado. Lo puse en mi instagram con las siguientes palabras antes de dar a enviar a ese mensaje para Ander:


Cuando aun en verano llevas invierno en la piel, el corazón acorazado, infranqueable, como propósito para este año me propongo, con el corazón en la mano, no silenciar lo que llevo dentro.

jueves, 3 de enero de 2019

Mi regalo de navidad

Dice Paulo Coelho que si deseas algo con todas tus fuerzas, el universo conspira para que suceda.

En estas fechas mi no-espíritu navideño me rebosa por cada uno de los poros de mi cuerpo. Nunca me han gustado, ni lo harán, supongo. Para mí significan comidas y cenas aburridas en familia, donde parece que el tiempo se detiene y aun estando rodeada de gente te sientes sola. Significa no tener amigos para salir a celebrarlo, tienen cosas mejores que hacer. Y aquí añado un asterisco ** porque no fue así. Pero no es eso lo que mis dedos están deseando de redactar. 

Imagen relacionada

Tengo una imperiosa necesidad de soltarlo. Aun no sé si es bueno o malo, no acabo de catalogarlo, es algo que me trae sentimientos agridulces. 

Lo cuento.

Y sí, lo sé, soy muy cansina, porque va sobre Ander. Ya sé que lo borré de mi vida. O eso quise creer. Lo alejé, lo cual no quiere decir que el olvido llega en ese mismo momento.

Lo prohibido es una tentación, bien se sabe. Y estos días navideños en más de una ocasión me he visto dandole vueltas a una idea: utilizar la excusa de la mierdafelicitación de año nuevo para escribir a Ander. Sólo eso, desear un feliz año, y esperar una respuesta similar. Sin pedir más. Escudándome en esa mierda de mensajes hipócritas para saber de él. Pero en cada una de las ocasiones que me vi tramando  mi plan de acercarme a lo prohibido me decía que me dejara de ideas absurdas, que lo hecho hecho está, que en su día me alejé porque lo deseaba demasiado. Que es un quiero y no puedo. NO PUEDO. Que quiero sí, pero NO PUEDO. Así que mejor dejar las cosas como están.

Y llega el 1 de enero. Me preparo para ir a trabajar en turno de tarde y tras ducharme, abro el cajón de la ropa interior y al fondo destella mi sujetador con brillos plateados, el mismo que tuve puesto cuando conocí a Ander. Hacía tiempo que no me lo ponía, y pensé un ritual absurdo: Si me pongo la misma ropa interior que aquella noche, sabré de él. No sé, una manera de estar más cerca de su recuerdo. Así que fui con el mismo sujetador, el mismo tanga y hasta los mismos calcetines bajo el uniforme del trabajo.

Las 21.30h, media hora para acabar el turno. Olvidado ya el tema de Ander, absorta en el trabajo. Cojo el móvil para guardarlo en el bolso y empezar a recoger las cosas. Y un mensaje de Ander:

"Ya sé que me dijiste que no te escribiera, pero te envío el último mensaje. Que este año sea genial. Un besazo 😘😘"

¿Casualidad?

El mundo me dio la vuelta, las manos me temblaban, me quedé en blanco. Si alguna vez me han hecho un regalo que me haya gustado, sin duda, ha sido este. No me lo esperaba. Lo deseaba, eso sí, pero meras ilusiones. Y sucedió.

Y al día siguiente volví a pasar el día mirando el movil, deseando que volviera a escribir por muy claro que hubiera dejado que ese sería su último mensaje. ¿Porqué pensó en mí después de un mes sin hablarme? ¿Porqué decidió escribirme aun habiéndole dicho que no lo hiciera? ¿Qué respuesta esperaba mientras lo redactaba? ¿Pensó que le devolvería la felicitación? ¿Pensó que le mandaría a la mierda, again, por escribirme? ¿Este mes ha pensado en mí? 

Y me pregunto a mí misma: ¿Y si deseo de nuevo, con todas mis fuerzas, volver a verlo? ¿Un encuentro casual? ¿Tener agallas para volver a escribirle? ¿Ponerme en medio de su camino y fingir que todo es fruto de la casualidad? 

Ya sé que no me conviene. Llevaba más o menos una semana bastante estable, sin las repentinas ganas de llorar que me atenazaban de un momento a otro, sin aviso, sin que nada pudiera hacer para remediarlo, y terminar sollozando hasta quedarme agotada o haciendo un gran esfuerzo para retener la lágrimas.  Estaba mejorando. Me estaba anestesiando emocionalmente de nuevo. Volver al punto de no sentir.

Y me revolví otra vez. Algo se me movió adentro, al fondo, que me puso nerviosa, que sacó a flote de nuevo esa sensación de inestabilidad, de miedos, la inseguridad, el nudo en el pecho que aprieta, que oprime.

I´m Sorry

Desde aquí quiero decirte que lo siento. Me respondo tus preguntas. A mí misma, ya que a tí no pude respondértelas. No sé qué me pasa, pe...