viernes, 22 de diciembre de 2017

Otra noche que nadie me espera.

Tiempo sin actualizar, lo sé.

La persona que fui antes, más ordenada, más comprometida, más constante, no sé.... ya no existe. He perdido hasta la puntualidad, con eso lo digo todo, yo, que fui maniática de la hora. Un minuto tarde y me ardían los nervios.

Hoy es el día en que me he visto a las 23h de la noche, ciega, dando vueltas absurdas con el coche por el barrio, porque no me apetecía llegar a casa. Y es en estos momentos en los que me pregunto qué se siente cuando se tiene a alguien cerca, alguien que te espera, alguien que te reclama. Me da curiosidad saberlo.

Y es que con 30 años se supone que aun se debería de estar de fiesta un viernes por la noche. Hace tiempo que no se lo que es eso. Una fiesta. Siento que estoy echando a perder mi vida, que los años pasan y que nada cambia. Que sé que no estoy hecha para estar con otras personas, que mis habilidades sociales son nulas, que entro a un sitio y menos simpatía transmito de todo y en días como hoy me pregunto si siempre seguirá siendo así.

Éste no es mi primer blog. El primero lo abrí con unos 18 años. Mi diario personal, mi desahogo. Donde conocí personas maravillosas de las que el tiempo ha alejado de mi lado. Lejanía, supongo. Otro país, otras costumbres, sus vidas, sus amigos.

Y mi desaparición de las redes. 

No sé si hice bien en dejar de escribir. En dejar de sacar afuera todos estos pensamientos y sentimientos, escribirlos, soltarlos, aunque nadie los lea, pero al menos dejar de cargar con ellos. Y es que a veces, cuando se carga demasiado es como si flotara, como si no estuviera aquí, sin poder focalizarme en nada en concreto, mirando a lo lejos sin fijar la vista en nada, ausente. 

Supongo que por eso me apunté a boxear, otro modo de soltarlo todo. Recibir puñetazos, sentir el dolor de las patadas en las costillas, el dolor en los muslos tras estar en cuclillas aguantando todo el peso del cuerpo... lo necesito. 

No, miento. Cuando me apunté aun no lo sabía. Lo hice como reto, para hacerme ver que soy capaz de articular palabra con otras personas. Después vino el cansancio físico, el cual me hace sentir mejor. Momentáneo. Pero necesario.

I´m Sorry

Desde aquí quiero decirte que lo siento. Me respondo tus preguntas. A mí misma, ya que a tí no pude respondértelas. No sé qué me pasa, pe...