viernes, 28 de febrero de 2020

I´m Sorry

Desde aquí quiero decirte que lo siento.

Me respondo tus preguntas. A mí misma, ya que a tí no pude respondértelas. No sé qué me pasa, pero nunca he podido hablar de mí con nadie a esas esferas.

Me pediste que buscara respuestas en mí, que no hacía falta que te las dijera, pero que las buscara. ¿Porqué estás aquí? ¿Ahora porqué te vas?  ¿Qué es lo que has buscado aquí en este tiempo? ¿Qué te llevó a venir aquí? Porque aquí estás fuera de lugar... Y aun habiendo estado aquí todo este tiempo sin necesidad alguna, ¿porqué lo dejas? No te entiendo, me dijiste. Ni yo me entiendo.

Soy mediocre profesionalmente. Mucho tiempo en un ámbito, quise cambiar, no me llenaba. Siendo sincera, estudié una carrera que no me entusiasmaba. Por descarte. Trabajé durante 10 años en un mismo ámbito, que no me disgustaba, pero que sólo me hacían contratos basura. Y me harté de la situación. Quise cambiar. Encontrar mi lugar. Me hice creer a mí misma que siguiendo en el mismo ámbito sanitario (lo único que se hacer) pero bajando de nivel podría encontrar mi lugar (buscaba seguridad). Que podría encajar. Y en el fondo fondo, también albergaba esa ilusión de mierda de poder hacer alguna amistad. Supongo que es mi manía de buscar cariño en algún lado. 

Me equivoqué de nuevo.

Me vi rodeada de críos con distintos objetivos a mí. Pasé dos años enfadada en un colegio con un nivel de estudios pésimo. Y a las puertas de obtener el título lo he mandado todo a la mierda. Podría ser el pase a encontrar otro trabajo, otras personas, y tal vez amistades. Me asusté. Me daba miedo volver a empezar de cero. Los comienzos, que los llevo mal. Me cuesta salir de mi lugar de seguridad.

Sé que en todo este tiempo te he dicho todo lo que he pensado sobre lo que pasa en clase y que no estoy de acuerdo. Y lo poco que te he dicho que eres buena como profesora y mejor como persona. Esto último creo que nunca te lo dije. Te lo digo ahora, lo eres. Y haces un trabajo genial con estos chavales problemáticos (o vaya, con mala situación familiar), aunque sigo pensando que en una FP tiene que haber otro fundamento. Pero podría haber sido menos hiriente. O menos borde, como prefieras.

No me arrepiento de haberlo dejado, porque pienso que si mañana pudiera volver,  no lo haría. No me apetece. O no estoy preparada.

No estoy bien.

Las veces que me lo preguntaste y te dije que sí, que estaba bien, no lo estaba.

Lo siento, te lo digo de nuevo.

Y me anoto otro fracaso, personal y profesional.

- En lo personal: Porque me puse metas. Y no las he cumplido. Quise poder aprender a hablar en público, y lo intenté, lo juro. Y lo conseguí a medias. Quiero decirte que salí un par de veces a hacer presentaciones sin haberme negado. Salí, como si nadie me conociera, como si fuera la primera vez que me vieran y nadie supiera que soy incapaz de decir dos palabras seguidas sin trabarme. Y lo quise hacer contigo, pero no mandaste ningún trabajo para presentar en clase. Lo quise intentar, de verdad. También me propuse no ser tan... asquerosa. Tan cara de perro. Ayudar a los chavales con los temarios. Poner más de mi parte. Y no, eso no lo conseguí. Seguí obcecada en lo mal que me parecía todo, en vez de utilizar esas horas para servir de algo, de ayuda para el resto al menos. Y en cuanto a amistades, me he seguido manteniendo distante, agazapada, pero juro que he intentado entablar amistad con una persona. De hecho, ayer le escribí para tomar un café y quedamos un ratito antes de que ella se tuviera que ir a trabajar. Es un paso adelante, que yo pida tiempo a alguien, porque creo que no me lo merezco. Y también me propuse ser más amable contigo. Y tampoco lo conseguí. Porque me dejo llevar por lo que me cabrea en vez de por lo que me gusta. Y cada vez que te dije que una cosa me parecía mal, podría haberte dicho otra que me parecía bien. Por que las hay. Me habría gustado decirte que gracias por preguntarme si estoy bien con esa sinceridad. Me habría gustado decirte que me gusta hablar contigo. También te habría dicho que eres una gran persona por encima de todo. Y también quiero que sepas que los dos besos de despedida que me diste me dolieron. Que me supieron a pérdida. A adiós. A palabras que se agolpaban en mi pecho, que te habría querido decir y como siempre, cobarde, no te los dije. Que lo siento. Quiero volver a decirte que lo siento.

- En lo profesional: Sigo en un trabajo a jornada completa, el primer contrato largo de mi vida, que encima me disgusta. Estoy tensa solo de pensar que el lunes tengo que volver. Me pone en tensión. Estoy insegura allí. No lo hago bien y eso no lo soporto. Quiero buscar un trabajo que sea cómodo. Que no me quede tan grande como este. Menos nivel. Algo más sencillo. Porque en este momento no me siento segura de asumir esta responsabilidad. Y podría haber aprovechado para compaginarlo con las prácticas. Porque tú y la tutora hicisteis un trabajo en buscarme un lugar que aceptara mis horarios y me los dejaran amoldar a mi puesto. Hicisteis un esfuerzo y lo he desaprovechado. Lo siento, de nuevo. Eran dos situaciones que me ponían en tensión. Por una parte mi trabajo. Por otra parte las prácticas, lo cual implica nueva gente, nuevo lugar, nuevo puesto. Me vi incapaz. Quise creer que lo dejaba porque estaba enfadada con la situación escolar. Pero la respuesta verdadera, la que tú querías que averiguara, es que soy incapaz de afrontar una situación nueva. Que los evito. Que me aterroriza empezar de cero, porque significa que puede ser el comienzo de un nuevo fracaso. 

Y estoy cansada. De vivir, en general.  Que no tengo fuerzas para enfrentarme a algo nuevo. Que estoy cansada de ser una cobarde. Que estoy cansada de estar siempre sola. Que estoy cansada de sentirme tan mierda, de ser tan mierda. Que estoy cansada de todo. Que me jode esta puta incapacidad de no poder decir lo que de verdad siento. De que no me salgan las palabras cuando tú las esperabas. Responderte las preguntas, porque te lo merecías. Y de nuevo, me repito, pedirte perdón y decirte que lo siento.

Que a agua pasada es inútil hacer la presa. Ahora no importan estas palabras. Aunque mira, venciendo mi cobardía podría ir a verte y decírtelas a pesar de que ya nada importa y que soy más bien molestia que bienvenida. Podría, incluso, enviarte estas palabras por correo, por si quisieras leerlas. O borrarlas, pero al menos salirme de mi zona de confort y dar el paso de mostrar un poco de mi, de mi basura interior. Porque eso es lo que soy, una mierda. Y de nuevo, decirte que lo siento. Porque no voy a hacer ninguna de las dos cosas. Aunque me esté quemando por dentro. Porque soy incapaz de mostrarme como soy. Ante cualquier persona. Y no sé porqué, porque lo que aquí escribo con toda mi sinceridad tampoco es peor de lo que muestro en mi día a día. Que de hacerme pasar por otra persona podría hacer un mejor papel, pero admito ser bastante repelente, distante, cortante... Me sale. Supongo que toda una vida siendo así se queda arraigado. Y cambiar da miedo.

De nuevo, y por último, lo siento.

viernes, 7 de febrero de 2020

Vacío. Fin de otra etapa.

La inconstancia, como siempre, presente en mí. 

Llegó el día que tanto quería y a la vez temía. A partes iguales. Desprenderse de la rutina, por mala o tediosa que sea, implica un cambio. Adaptación. Ese nudo en el pecho. Esas ganas de llorar. Ese vacío de verte vacía de nuevo. Esa sensación tan conocida.

Hoy fue el último día de clase. El último examen en ese instituto que más parece un circo. Todo aprobado, pero con esfuerzo. Con horas sin dormir, compaginando con un trabajo a jornada completa, mientras que otros se llevan 5 regalados, aun habiendo, el profesor, sacado una foto de cómo copiaban del móvil. Me siento vacilada. 

Hace un par de semanas coincidí con mi tutora en la hora de comer, que me quedé en el comedor de la escuela y se sentó en mi mesa. Estuvimos hablando y le dije absolutamente todo lo que pensaba. Que estaban premiando el mínimo esfuerzo, que estaban regalando aprobados cuando otras personas se estaban esforzando y que no era justo.

Pero esto ya no es que no me parezca justo, me parece que me están vacilando a la cara. O sea, me paso las noches durmiendo 4 horas para poder prepararme los exámenes y otro niñato que no hace absolutamente nada, que copia siempre pero que encima esta vez hasta le sacan foto, en vez de echarlo del examen con un cero le regalan un 5????? Siento RABIA.

Y aparte también está de nuevo esa sensación de que algo se acaba, bueno o no, pero algo en lo que llevo dos años, y me quedo colgada en la incertidumbre. Con un trabajo que no me entusiasma y que no sé cuándo se me terminará el contrato. A finales de mes empiezo las prácticas, que también tendré que compaginar con el trabajo, de nuevo gente nueva, situaciones nuevas, pidiendo favores para acoplar turnos... no se si voy a poder con todo. Me estresa esta situación. 

Y luego el verano. El fin totalmente con todo lo que me vincula al curso. Y a las personas que he conocido. Porque el verano pasado no quedamos ni un simple día. Mi incapacidad de hacer amigos. Me refiero a AMIGOS, no a conocidos de clase. Esas personas con las que he convivido dos años y que a partir de ahora sólo los veré por instagram, con esas frases de "a ver si quedamos algún día" que nunca vienen. 

No sé. Estoy triste. Decepcionada. Desilusionada. Con miedo. Me siento desprotejida. Quiero llorar. Siento que caigo al vacío de nuevo, sin encontrar mi lugar. 

Pero tengo una noticia nueva. Me escribió Ale hoy. El chico de Alicante. Consiguió que le dieran dos días libres la semana que viene para juntarlos con el fin de semana. Un año que no nos vemos. Dentro de una semana lo voy a poder abrazar. Por fin un sitio donde siento que me quieren, que no soy una extraña. 

viernes, 18 de octubre de 2019

Sigo en el mismo pozo. Sin salir.

Al chico este de la aplicación le pregunté al final qué cojones pasaba. Dijo que nada. Hablamos un par de días más y se desvaneció todo. Sin pena ni gloria. Es como que cuando consigo una respuesta, de mentira en este caso,  después me importara todo una mierda. Es como el abandono asumido. Lo que no llevo bien es la ausencia de respuesta. Por lo demás, estoy más que acostumbrada.

Sigo trabajando y estudiando a la vez. No tengo mucho tiempo para grandes cosas, pero tampoco tengo amigos con los que salir así que muchas veces, en mis días libres del trabajo cuando tengo que ir a clase voy hasta contenta, por salir un poco. El café del recreo podría decirse que es mi momento de hablar con gente. Así de penoso.

Ultimamente estoy cansada. Pero no físicamente, que también. Sino animicamente. Cansada de vivir. Así, sin más. No tengo ganas de llorar ni nada. Simplemente ganas de dejar de ser. 

No tengo huevos de cambiar de vida. De cambiarme a mí misma. De no ser tan repelente. De no espantar a la gente. Me siento atrapada. No entiendo qué hago mal para poder cambiarlo. Lo pregunto y me dicen que nada pero el resultado es que siempre termino sola. Así que algo no me cuadra.

Y la realidad es que no se lo que quiero.


Esta semana ya va dos veces que la tutora me dice que si estoy bien, que tengo mala cara y que estoy chupada. El otro día toda feliz voy a la báscula, digo, si me lo ha dicho dos veces será que he adelgazado aunque yo me noto más tripa. Total, que no me equivocaba. No he adelgazado una mierda. Al menos podría haber tenido esa efímera alegría. Sigo siendo una puta gorda de mierda, repelente y aburrida. Cada día me voy dando más asco.

¿Y sabéis? Esas dos palabras de ella, que siempre nos estamos echando pullas, por mi parte por la mierda de clases que dan y por la suya por lo borde que soy que se que no le caigo muy allá, fueron como un bálsamo. Nadie me ha preguntado en tiempo cómo estoy, en ese tono, como si de verdad le importara. No como cuando te juntas con alguien y te pregunta qué tal te va, sino de verdad, de cómo te sientes. 

viernes, 6 de septiembre de 2019

Patrones que se repiten

¿Os acordáis que hace un par de semanas quedé con un tipo de una app de buscar follamigos? Sí, con Mikel. Resulta que antes de quedar me hablaba todos los días por whatsapp. Que si audio por aquí, parrafadas por allá... Después de que quedáramos, que en principio se supone que dijo que se lo pasó bien, lo cual sería por cortesía. Porque cada vez me empezó a hablar menos, cuando yo le escribía las respuestas eran cada vez más escasas... según él, porque estuvo con gastroenteritis y no tenía ganas de nada. Y así más de una semana.... y hasta el día de hoy que si yo no le escribo él no da señales de vida.



Me empezó a hablar otro chico. Lo acepté porque ponía que era de Madrid. Distancia. O sea, cero problemas. Y resulta que es de aquí pero lleva viviendon en Madrid 10 años. Se llama Ivan. Viaja mucho por trabajo y venía aquí para una semana. Me dijo de quedar. Pasé del tema. Y el último fin de semana que le quedaba de estar por aquí bajé a la ciudad a hacer unas compras, con las dudas de si decirle de quedar o no. ¿Sabéis esa sensación de que quieres hacer algo pero en parte no? Un sí pero no. Un cuidado. Un no te metas en eso porque vas a salir escaldada. Y bajé a la ciudad. Con dudas. Hice las compras y fui al bar de siempre a tomar un café y a leer un poco. Y decidí escribir a Mikel por si se animaba a tomar un café, hacía días que no sabía de él. Me dijo que estaba fuera, pero a la vuelta que quedábamos (no he vuelto a saber de él). Así que me animé y le dije a Ivan que si aun no había marchado a Madrid y le apetecía, que le invitaba a un café. Y vino. Tardó hora y media y se plantó en la ciudad sin pensarselo dos veces.

Debo decir que Ivan en fotos no me hacía mucha gracia. Tenía una foto con pelo largo que tenía su punto pero en las demás no salía bien. O bueno, salía como es, no de mi tipo. Pero de perdidos al río, total para un café... lo poco que habíamos hablado parecía un tipo majo. 

Y cuando llegó y fui hacia donde estaba, vi un pivón. Alto, pelo largo en coleta, ojazos azules y una sonrisa que derretía. Las fotos no le hacían justicia. Me atrajo desde el primer momento. Una cerveza llevó a otra, tomamos tres, me dijo de ir a cenar... Estuve muy agusto con él, un tipo simpático. 

Nos despedimos. En cuanto llegué al coche ya tenía un mensaje de él, y lo escribo textualmente :" "Eskerrik asko (gracias) por la tarde-noche, espero que no te hayas arrepentido de haber quedado, te debo unas palomitas, en esa estaré menos cortado..."

Nos reímos mucho. A mí casi se me desintegraron las bragas. Bufff. Como con Ander, me atrajo de una manera exagerada. Si lo volviera a ver sería una persona por la que facilmente perdería la cabeza.

Y desde entonces, ya apenas me habla. Me habló hace dos días, justo a punto de salirme para el trabajo. Le dije que en un rato hablábamos y de mientras le pregunté algo. Dijo que me esperaba. Pero no me respondió ni ha vuelto a escribirme.

Siempre repito el mismo patrón: Me hablan mucho hasta que me ven. Teóricamente se lo pasan bien. Después desaparecen.  Y éste es uno de los motivos por los que no me gusta acercarme demasiado a la gente. Porque pienso que por fin voy a tener un amigo y después se esfuman. Lo mismo con las chicas. Con una del gym que parece que le caigo bien pero después fuera de temas de gym no hemos quedado nunca. Y yo he hecho el intento de proponerle cosas. Y siempre es que no. 

¿Qué hago mal?

domingo, 4 de agosto de 2019

Cambiando mi día a día, tengo trabajo!!

Ha pasado tiempo, lo sé. Últimamente me he estado acordando mucho de este rinconcito donde escupir toda la mierda. Desde el último post me encuentro ya en otra situación. Para  terminar con lo anterior, tengo que decir que con la profesora que me dijo que si no hacia el lerdo delante de todos me suspendia, y yo accedí a eso, después reculó y me dejó a mi de tonta. Resumiendo, yo ya había asumido hacer el examen de esa asignatura en este año que entra, porque solo sería hacer el examen, sin asistir a clase. Y un día por casualidad hablando de faltar a una clase con una profesora salió que no me importaba perder esas clases porque no iba a hacer el examen. Parece ser que ella se lo dijo a la tutora, la cual no sabía nada y me preguntó qué es lo que había pasado. Se lo expliqué (de hecho, cuando me lo dijo, había otra alumna que también había entrado al a coversación) y eso también se lo dije. Y la mujer flipó. Me dijo que sería un malentendido, que esa profesora es una buenaza (y no lo niego, es una mujer muy amable) y que hablara con ella. Le dije que no, que no pensaba hacer el lerdo, que ya lo hice una vez, que quería que repitiera y me negaba. Que asumía la consecuencia de no hacer el examen.  Y parece ser que ella habló con la profesora. Días más tarde me volvió a preguntar a ver si había hablado ya con esa profesora y le dije que no. Me dijo que le había preguntado qué había pasado y que ella no había dicho nada así. Que no iba a hacer un trabajo de salir al medio y que no me había dicho eso de que si no salía me suspendía. (Joder, en serio, cuando otra alumna estuvo delante y SI LO DIJO). Me dijo la tutora: "Me ha dicho la profesora que estás tonta, que ella no ha dicho nada de eso". Lo dejé ahí. Pasé de discutir. Pero me dejó de mentirosa y de paranoica, cuando las cosas no fueron así. Pero bueno, por la paz un Ave María.

Pasaron los exámenes, los aprobé todos, y llegó el verano. Empecé a echar currículums y actualmente estoy trabajando en una centralita de atención telefónica sobre temas sanitarios. Es un mundo. Un curro de mucha responsabilidad donde te controlan bastante. Pero mira, que si lo hago mal que me echen. Me gusta. Pero he de deciros que he perdido la fe en la humanidad. La gente llama para cualquier tipo de gilipollez, en serio. El ser humano es inútil total. Hasta ahora no me había dado cuenta que por la calle el 70% o más de las personas, no tienen cerebro.

Y de vida personal escaseo como siempre. 

Hace unos días escribí a Ander para ver qué tal estaba. Por hablar. Por saber de él. Y la conversación fue la misma que siempre, degeneramos en guarradas sexuales, que es la única conversación que tiene el tío este. Que está muy bueno, y me pone a mil, pero no tiene nada más allá de eso.

Y por otra parte.... hace un par de días quedé con un tipo que conocí por una aplicación de esas de buscar follamigos, pareja o mierdas de esas. No, no me lo instalé para ello. Lo hicimos en clase entre 3 chicas, que nos aburriamos en clase y creamos un perfil para hacer el tonto. Lo hicimos con mi movil, y hace un par de semanas fui a eliminarlo, así que entré. Pero vi que me habían hablado, y respondí. Empecé a hablar con gente pero nadie me llamó la atención, hasta que me habló un tipo que tenía mi mismo hobbi, le gusta la lectura, se podía tener una conversación entretenida sin caer en las mismas frases sexuales que con Ander... Y me dijo de quedar. Le dije que no, pasaba de lios raros. Pero el viernes después del trabajo bajé a la ciudad a hacer unos recados, y le dije que le invitaba a un trago. Lo pensé en plan,  si baja y quiero escaquearme porque no estoy agusto, no me salen las palabras y me ve como si fuera gilipollas y con razón... pues pongo la excusa de que estoy cansada y tengo que sacar los perros y que encantada de este trago rápido, y hasta luego Lucas. Eso me daba cierta tranquilidad, de poder irme en plan tierra trágame.

Pero resultó ser un tío super abierto, muy gracioso, realmente me lo pasé bien. No nos liamos ni nada, vamos, que yo no pensaba en eso cuando le dije de quedar ni nada, paso de engancharme de otro como con Ander. Quiero estar en paz. Pero con este seguro que vuelvo a quedar, me dijo que se lo pasó bien y a ver si otro día quedamos, pero en plan emborracharnos (eso lo dije yo, que si no bebo no soy de mucho hablar) cosa que con él al final sí. No sé, tiene algo que hace que estés agusto, como si lo conocieras de toda la vida. Y le pareció gracioso el plan, quedar en el mismo bar a echar la tarde copa tras copa. Y la cosa es que de verdad me apetece. Ver venir. 

sábado, 6 de abril de 2019

Y digo: NO.

Ya vuelvo a las andadas de la dejadez.

Soy imposible. No consigo ser constante en nada. En fin.

Pues la cena aquella del sábado en casa de mi amiga aun me revuelve las tripas, ese olor a langostino frito se me metió hasta dentro, joder. Desde entonces, no he vuelto a saber de ellas. No de verlas en persona, ni siquiera un mensaje ni nada.

Sigo teniendo la misma miserable vida desde el último post. Quizá no sea constante por eso, porque en realidad no tengo nada que contar.

Solo que lo jodo todo. 

Tengo ganas de que llegue verano y que me salga algún trabajillo para despejar mi mente. 

Estoy hasta los huevos de esas clases de mierda.

Estoy hasta los huevos de mi día a día, en general. La rutina.

Estoy hasta los huevos de todo. Ni siquiera tengo nada en concreto que me joda. Soy así de generalista. Me jode todo y nada a la vez. Estar por estar.

En el instituto las cosas me van cada vez peor. Cada vez me siento peor estando ahí, más fuera de lugar. ¿No os pasa que cuando os salís de lo que la gente quiere después no podéis volver? ¿Que decís NO una vez a algo, y que el resto de las veces en la misma situación no puedes cambiar de respuesta? Porque a mi me pasa, y me he estancado en una situación de la que no se salir. Me pasa siempre. Y siempre me acabo alejando del problema, poner distancia, y olvidarme.

Por una parte quiero sacarme este curso de mierda. Terminar. Me chirrían las cosas a medias. Pero por otra parte, me he revelado. Me tienen hasta la polla. Y ahora no puedo dejar de dar por culo. Me planto. He dicho NO. Y sé que tengo las de perder, que cada día me gano cada comentario de las profesoras o de la tutora. Las miraditas de mal rollo. Que me la pela pero veo que acabaré distanciándome. Y supongo que todo dependerá de si en verano me sale algún trabajo con el que pueda seguir después o me de posibilidades a que me llamen más adelante. Porque si no me sale nada, volveré sólo por estar en algún sitio. Estar por estar. Dando por culo donde estoy claramente de sobra.

Me siento mal de estar cada día ahí. Que me obliguen a hacer cosas que no quiero, poniéndome entre la espada y la pared:
"O sales a la pizarra a hacer el trabajo o no puedo aprobarte". "Vale, suspendeme".

Joder, todo es hacer el mongolo delante de todos. De verdad. Son ejercicios sin ningún valor educativo, solo para tocar las pelotas. Lo hago todo, para el día, soy puntual. Lo que hago lo hago bien. Y aun así, la guinda del pastel. Lo quieren todo, me niego a una cosa y ya amenazan con suspenderme. Pues mira, he dicho NO. Me planto. Hasta aquí. Que se metan la asignatura por el orto. No pienso pasar por el aro. Ya no por no salir a hacer el tonto, otra vez. Sino porque se están pasando de gilipolleces. Y ya no me da la gana. Cierto es que las otras dos profesoras me respetan bastante cuando digo no, y ya me dejan en paz. Pero la insistencia de la otra me toca la moral ya. Y mira que me caía bien. Pero que se meta el dedo del medio por el culo. Punto.

sábado, 9 de marzo de 2019

Es sábado. Las 24h de la noche. No aprecio la luna en el cielo, aunque está raso y brilla alguna estrella.

Es sábado. Ese mismo sábado que tenia plan con Jenny de ir a dormir a casa de Luna. Y estoy en casa de luna. Quisiera estar en la mía.

No estaba segura de pasar tanto tiempo con ellas, pues bien, el plan ha resultado en venir a su casa, ir al super, comprar mierdas y alcohol, estar un rato con su pareja y su padre, que después han ido a comer fuera y nos hemos quedado sola en casa. Y me lo he pasado bien. Cubata va y viene, música, bailes absurdo...y a la hora de la cena vienen su padre, que se iba a su casa pero también se queda a dormir. Su pareja. Un amigo de su pareja.. y en plena cena hablando de temas que no soporto, que me duelen, y que hace odiarlos un poco. Por su ignorancia. Puto cerebro que no les da para ver más allá. Que si los toros, el trabajo con animales, la típica bromita de los ecologistas....y todo eso en una mesa llena de cadáveres... Aclaro que soy vegana. Otra oveja negra en este mundo egoísta.

Y solo de pensar que no hay manera de irme a mi casa se me remueve todo. Me he salido a la terraza porque no aguantaba más. Me arrepiento totalmente de haber venido. No es mi lugar. Me siento fatal. Solo quiero que llegue mañana. Estar en mi casa. Salir de aqui y dejar de sentir ese puño en el pecho, que aprieta, que ahoga.

Aclarado.

No es mi lugar. No son mi gente.

No más planes sin posibilidad de huir. Necesito irme y no puedo. Estoy angustiada.

I´m Sorry

Desde aquí quiero decirte que lo siento. Me respondo tus preguntas. A mí misma, ya que a tí no pude respondértelas. No sé qué me pasa, pe...