Contra todo pronóstico, el lunes pasado fui con mi amigo de la escuela de idiomas de nuevo al gym para apuntarnos a boxeo. Ambos. Apoyo moral, vaya, sola no se me habría ocurrido.
La clase había empezado, estaban calentando. Tras unos diez minutos salió el profesor a hablar con nosotros. En ese rato nosotros mirando a toda esa gente que seguía el calentamiento sin escupir pulmón, nos miramos y a la vez dijimos: "Tú y yo en 5 minutos nos salimos del corro a echar pulmón". Y salió el profe, yo toda enérgica, que quería apuntarme. Después miró a Roy y le preguntó si él venía también. Cara de circunstancia. Respondí yo que sí por él. Cierto que no venía con ganas, solo para hacerme el favor de acompañarme y sin la firme promesa de probarlo él también.
Se nos queda mirando con cara de circunstancia... pintas de deportistas cero, vaya. Nos dijo que probáramos 2 o 3 clases y que sin ningún compromiso, si nos veíamos ahí que nos apuntáramos y sino nada. Que el miércoles ahí nos quería ver.
Y fuimos. Vaya que fuimos. Me sorprendió bastante. No pensaba que me gustaría tanto. Aguantamos el calentamiento, hay que decirlo. Todo un logro. Nos pusimos atrás en la esquina, los espejos del lado de Roy terminaron empañados. Él, como si le hubieran echado un cubo de agua por encima. Ojos rojos. Medio pulmón menos. Yo salí bastante bien. Me di cuenta que me había dejado allí medio riñón cuando llegué a casa y me costó salir del coche. Dábamos pena.
Volveremos a por más. Roy, que no pensaba que fuera a gustarle, está animado. Así que tendré compañero de fatiga, así tal cual. De primeras, ya se llevó un moratón en el brazo de un guantazo. Esperemos que no se me desmonte la próxima vez.
Qué ganas de que llegue de nuevo miércoles!!!! Lo voy a dar todo!!!!
Miss Black Widow.
Miss Black Widow.
