viernes, 28 de febrero de 2020

I´m Sorry

Desde aquí quiero decirte que lo siento.

Me respondo tus preguntas. A mí misma, ya que a tí no pude respondértelas. No sé qué me pasa, pero nunca he podido hablar de mí con nadie a esas esferas.

Me pediste que buscara respuestas en mí, que no hacía falta que te las dijera, pero que las buscara. ¿Porqué estás aquí? ¿Ahora porqué te vas?  ¿Qué es lo que has buscado aquí en este tiempo? ¿Qué te llevó a venir aquí? Porque aquí estás fuera de lugar... Y aun habiendo estado aquí todo este tiempo sin necesidad alguna, ¿porqué lo dejas? No te entiendo, me dijiste. Ni yo me entiendo.

Soy mediocre profesionalmente. Mucho tiempo en un ámbito, quise cambiar, no me llenaba. Siendo sincera, estudié una carrera que no me entusiasmaba. Por descarte. Trabajé durante 10 años en un mismo ámbito, que no me disgustaba, pero que sólo me hacían contratos basura. Y me harté de la situación. Quise cambiar. Encontrar mi lugar. Me hice creer a mí misma que siguiendo en el mismo ámbito sanitario (lo único que se hacer) pero bajando de nivel podría encontrar mi lugar (buscaba seguridad). Que podría encajar. Y en el fondo fondo, también albergaba esa ilusión de mierda de poder hacer alguna amistad. Supongo que es mi manía de buscar cariño en algún lado. 

Me equivoqué de nuevo.

Me vi rodeada de críos con distintos objetivos a mí. Pasé dos años enfadada en un colegio con un nivel de estudios pésimo. Y a las puertas de obtener el título lo he mandado todo a la mierda. Podría ser el pase a encontrar otro trabajo, otras personas, y tal vez amistades. Me asusté. Me daba miedo volver a empezar de cero. Los comienzos, que los llevo mal. Me cuesta salir de mi lugar de seguridad.

Sé que en todo este tiempo te he dicho todo lo que he pensado sobre lo que pasa en clase y que no estoy de acuerdo. Y lo poco que te he dicho que eres buena como profesora y mejor como persona. Esto último creo que nunca te lo dije. Te lo digo ahora, lo eres. Y haces un trabajo genial con estos chavales problemáticos (o vaya, con mala situación familiar), aunque sigo pensando que en una FP tiene que haber otro fundamento. Pero podría haber sido menos hiriente. O menos borde, como prefieras.

No me arrepiento de haberlo dejado, porque pienso que si mañana pudiera volver,  no lo haría. No me apetece. O no estoy preparada.

No estoy bien.

Las veces que me lo preguntaste y te dije que sí, que estaba bien, no lo estaba.

Lo siento, te lo digo de nuevo.

Y me anoto otro fracaso, personal y profesional.

- En lo personal: Porque me puse metas. Y no las he cumplido. Quise poder aprender a hablar en público, y lo intenté, lo juro. Y lo conseguí a medias. Quiero decirte que salí un par de veces a hacer presentaciones sin haberme negado. Salí, como si nadie me conociera, como si fuera la primera vez que me vieran y nadie supiera que soy incapaz de decir dos palabras seguidas sin trabarme. Y lo quise hacer contigo, pero no mandaste ningún trabajo para presentar en clase. Lo quise intentar, de verdad. También me propuse no ser tan... asquerosa. Tan cara de perro. Ayudar a los chavales con los temarios. Poner más de mi parte. Y no, eso no lo conseguí. Seguí obcecada en lo mal que me parecía todo, en vez de utilizar esas horas para servir de algo, de ayuda para el resto al menos. Y en cuanto a amistades, me he seguido manteniendo distante, agazapada, pero juro que he intentado entablar amistad con una persona. De hecho, ayer le escribí para tomar un café y quedamos un ratito antes de que ella se tuviera que ir a trabajar. Es un paso adelante, que yo pida tiempo a alguien, porque creo que no me lo merezco. Y también me propuse ser más amable contigo. Y tampoco lo conseguí. Porque me dejo llevar por lo que me cabrea en vez de por lo que me gusta. Y cada vez que te dije que una cosa me parecía mal, podría haberte dicho otra que me parecía bien. Por que las hay. Me habría gustado decirte que gracias por preguntarme si estoy bien con esa sinceridad. Me habría gustado decirte que me gusta hablar contigo. También te habría dicho que eres una gran persona por encima de todo. Y también quiero que sepas que los dos besos de despedida que me diste me dolieron. Que me supieron a pérdida. A adiós. A palabras que se agolpaban en mi pecho, que te habría querido decir y como siempre, cobarde, no te los dije. Que lo siento. Quiero volver a decirte que lo siento.

- En lo profesional: Sigo en un trabajo a jornada completa, el primer contrato largo de mi vida, que encima me disgusta. Estoy tensa solo de pensar que el lunes tengo que volver. Me pone en tensión. Estoy insegura allí. No lo hago bien y eso no lo soporto. Quiero buscar un trabajo que sea cómodo. Que no me quede tan grande como este. Menos nivel. Algo más sencillo. Porque en este momento no me siento segura de asumir esta responsabilidad. Y podría haber aprovechado para compaginarlo con las prácticas. Porque tú y la tutora hicisteis un trabajo en buscarme un lugar que aceptara mis horarios y me los dejaran amoldar a mi puesto. Hicisteis un esfuerzo y lo he desaprovechado. Lo siento, de nuevo. Eran dos situaciones que me ponían en tensión. Por una parte mi trabajo. Por otra parte las prácticas, lo cual implica nueva gente, nuevo lugar, nuevo puesto. Me vi incapaz. Quise creer que lo dejaba porque estaba enfadada con la situación escolar. Pero la respuesta verdadera, la que tú querías que averiguara, es que soy incapaz de afrontar una situación nueva. Que los evito. Que me aterroriza empezar de cero, porque significa que puede ser el comienzo de un nuevo fracaso. 

Y estoy cansada. De vivir, en general.  Que no tengo fuerzas para enfrentarme a algo nuevo. Que estoy cansada de ser una cobarde. Que estoy cansada de estar siempre sola. Que estoy cansada de sentirme tan mierda, de ser tan mierda. Que estoy cansada de todo. Que me jode esta puta incapacidad de no poder decir lo que de verdad siento. De que no me salgan las palabras cuando tú las esperabas. Responderte las preguntas, porque te lo merecías. Y de nuevo, me repito, pedirte perdón y decirte que lo siento.

Que a agua pasada es inútil hacer la presa. Ahora no importan estas palabras. Aunque mira, venciendo mi cobardía podría ir a verte y decírtelas a pesar de que ya nada importa y que soy más bien molestia que bienvenida. Podría, incluso, enviarte estas palabras por correo, por si quisieras leerlas. O borrarlas, pero al menos salirme de mi zona de confort y dar el paso de mostrar un poco de mi, de mi basura interior. Porque eso es lo que soy, una mierda. Y de nuevo, decirte que lo siento. Porque no voy a hacer ninguna de las dos cosas. Aunque me esté quemando por dentro. Porque soy incapaz de mostrarme como soy. Ante cualquier persona. Y no sé porqué, porque lo que aquí escribo con toda mi sinceridad tampoco es peor de lo que muestro en mi día a día. Que de hacerme pasar por otra persona podría hacer un mejor papel, pero admito ser bastante repelente, distante, cortante... Me sale. Supongo que toda una vida siendo así se queda arraigado. Y cambiar da miedo.

De nuevo, y por último, lo siento.

viernes, 7 de febrero de 2020

Vacío. Fin de otra etapa.

La inconstancia, como siempre, presente en mí. 

Llegó el día que tanto quería y a la vez temía. A partes iguales. Desprenderse de la rutina, por mala o tediosa que sea, implica un cambio. Adaptación. Ese nudo en el pecho. Esas ganas de llorar. Ese vacío de verte vacía de nuevo. Esa sensación tan conocida.

Hoy fue el último día de clase. El último examen en ese instituto que más parece un circo. Todo aprobado, pero con esfuerzo. Con horas sin dormir, compaginando con un trabajo a jornada completa, mientras que otros se llevan 5 regalados, aun habiendo, el profesor, sacado una foto de cómo copiaban del móvil. Me siento vacilada. 

Hace un par de semanas coincidí con mi tutora en la hora de comer, que me quedé en el comedor de la escuela y se sentó en mi mesa. Estuvimos hablando y le dije absolutamente todo lo que pensaba. Que estaban premiando el mínimo esfuerzo, que estaban regalando aprobados cuando otras personas se estaban esforzando y que no era justo.

Pero esto ya no es que no me parezca justo, me parece que me están vacilando a la cara. O sea, me paso las noches durmiendo 4 horas para poder prepararme los exámenes y otro niñato que no hace absolutamente nada, que copia siempre pero que encima esta vez hasta le sacan foto, en vez de echarlo del examen con un cero le regalan un 5????? Siento RABIA.

Y aparte también está de nuevo esa sensación de que algo se acaba, bueno o no, pero algo en lo que llevo dos años, y me quedo colgada en la incertidumbre. Con un trabajo que no me entusiasma y que no sé cuándo se me terminará el contrato. A finales de mes empiezo las prácticas, que también tendré que compaginar con el trabajo, de nuevo gente nueva, situaciones nuevas, pidiendo favores para acoplar turnos... no se si voy a poder con todo. Me estresa esta situación. 

Y luego el verano. El fin totalmente con todo lo que me vincula al curso. Y a las personas que he conocido. Porque el verano pasado no quedamos ni un simple día. Mi incapacidad de hacer amigos. Me refiero a AMIGOS, no a conocidos de clase. Esas personas con las que he convivido dos años y que a partir de ahora sólo los veré por instagram, con esas frases de "a ver si quedamos algún día" que nunca vienen. 

No sé. Estoy triste. Decepcionada. Desilusionada. Con miedo. Me siento desprotejida. Quiero llorar. Siento que caigo al vacío de nuevo, sin encontrar mi lugar. 

Pero tengo una noticia nueva. Me escribió Ale hoy. El chico de Alicante. Consiguió que le dieran dos días libres la semana que viene para juntarlos con el fin de semana. Un año que no nos vemos. Dentro de una semana lo voy a poder abrazar. Por fin un sitio donde siento que me quieren, que no soy una extraña. 

I´m Sorry

Desde aquí quiero decirte que lo siento. Me respondo tus preguntas. A mí misma, ya que a tí no pude respondértelas. No sé qué me pasa, pe...